Sin dólares, no hay aviación posible

Cómo es sabido, la mayor parte de los costos de una línea aérea, sea del país que sea, es en dólares o en euros y solo una parte, en la moneda local. La compra o alquiler de aviones, la financiación, el mantenimiento, los insumos y repuestos, los seguros, el combustible, las tasas de aeropuertos y de navegación, los servicios de rampa, el catering en el exterior son solo los más evidentes. Y en la Argentina, como vemos todos los días, si algo falta son dólares…aún para sostener a la aviación comercial. Esta semana las aerolíneas que operan en el país a través de la cámara que las agrupa, JURCA, le hicieron llegar una nota al Gobierno exponiendo el agravamiento de dos situaciones que afectan la operación: La imposibilidad de importar insumos para la operación diaria de las líneas aéreas y la imposibilidad del representante local de hacer frente al pago en el extranjero por el “Servicio de Detección y Alarma de Descargas Eléctricas”.

Viva Air apunta al gobierno colombiano por la suspensión de operaciones. ¿Se alcanzó el punto de no retorno?

“Viva se ve obligada a anunciar, lamentablemente, la suspensión de sus operaciones con efecto inmediato”, anunció la compañía en un comunicado, el pasado martes 28 de febrero. Pese a la interrupción, la empresa confirmó que continuará negociando en el marco del concurso de acreedores. Viva Air responsabilizó al gobierno, en concreto a la Aerocivil, por “demoras” de “más de siete meses” en autorizar la fusión con Avianca. “Viva ha presentado numerosas evidencias al Gobierno colombiano para demostrar que se encuentra en una situación financiera crítica, asegurando que la única forma en que puede continuar volando es que la Aeronáutica Civil permita que esta haga parte de un grupo de aerolíneas más fuerte y bien capitalizado (Avianca)”, explica el comunicado. Viva insiste en que su única salida es fusionarse con Avianca y toda su debacle la vincula con la demora de Aerocivil en autorizarla.