“Viva se ve obligada a anunciar, lamentablemente, la suspensión de sus operaciones con efecto inmediato”, anunció la compañía en un comunicado, el pasado martes 28 de febrero. Pese a la interrupción, la empresa confirmó que continuará negociando en el marco del concurso de acreedores. Viva Air responsabilizó al gobierno, en concreto a la Aerocivil, por “demoras” de “más de siete meses” en autorizar la fusión con Avianca. “Viva ha presentado numerosas evidencias al Gobierno colombiano para demostrar que se encuentra en una situación financiera crítica, asegurando que la única forma en que puede continuar volando es que la Aeronáutica Civil permita que esta haga parte de un grupo de aerolíneas más fuerte y bien capitalizado (Avianca)”, explica el comunicado. Viva insiste en que su única salida es fusionarse con Avianca y toda su debacle la vincula con la demora de Aerocivil en autorizarla. “Lamentablemente, estamos en este punto debido a los repetidos retrasos de la Aeronáutica Civil y su incapacidad para reconocer que lo que es mejor para Viva, también es lo mejor para todos los colombianos”, ignorando las objeciones respecto de la conformación de un monopolio.
La Superintendencia de Transporte le ha informado este miércoles a Viva Air que tiene tres días para cumplir con las obligaciones que ha contraído con sus pasajeros, según ha declarado el ministro de Transporte, Guillermo Reyes. La aerolínea de bajo costo dejó de operar el lunes y alega que no puede devolver el dinero de los tiquetes ya comprados. Según Reyes, Viva podrá ser sancionada si no le garantiza a los usuarios el traslado a sus destinos o el reintegro de las sumas que pagaron por los pasajes.
El Ejecutivo, además, evalúa intervenir el mercado aéreo en caso de que sea necesario para proteger a los afectados. “La línea de nuestro Gobierno del cambio es la protección del usuario y de los trabajadores”, ha comentado el ministro tras una reunión con el presidente de la República, Gustavo Petro.
Cabe señalar que el Ministerio de Transporte no descarta la toma de la compañía, sobre todo si la Aerocivil –si no está de acuerdo con la integración Viva Air y Avianca- con el fin de protección a los usuarios y a los más de 1.700 trabajadores de la aerolínea low cost.
¿Qué dijo Aerocivil que precipitó el cierre de Viva Air?
En un comunicado a la opinión pública, Aerocivil defendió que la demora de la que es acusada no existe. “El trámite adelantado por la autoridad se ha inspirado en los principios de celeridad y eficacia de la función administrativa y en todo tiempo se han respetado con rigor los términos procesales”, afirmó la dependencia. Lo que exasperó a Viva Air es la decisión de Aerocivil, siguiendo el procedimiento, de darle intervención a terceros afectados (básicamente otras aerolíneas presentes en el mercado). “Se abrió a las intervinientes la opción de pronunciarse sobre los argumentos de terceros, así como la oportunidad de presentar condicionamientos o remedios que pudieran permitir la integración sin afectar la libre competencia, velando siempre por el interés del mercado y en especial el de los pasajeros”, afirmó Aerocivil. “Los condicionamientos ofrecidos por las intervinientes para mitigar la afectación a la libre competencia serán trasladados de manera oportuna y transparente a los terceros interesados reconocidos en la actuación, quienes podrán expresar sus opiniones al respecto”, agregó la dependencia. Esa extensión inevitable del proceso habría acelerado la decisión de Viva Air de terminar con sus operaciones.
Días antes de la cancelación de las operaciones de Viva, la Aerocivil a través de la resolución número 349 del 24 de febrero de 2023, admitió la intervención de terceros en este proceso de integración de las aerolíneas Avianca y Vivar Air.
Para la entidad, resulta claro que los terceros solicitantes han demostrado su interés en la actuación administrativa y han sido las mismas empresas quienes han reconocido, que como consecuencia de la operación proyectada se generarán unos efectos nocivos a los mercados en que estas participan.
