Flybondi Capítulo I: En busca del “Acta Perdida”
La onda expansiva generada por las demoras y cancelaciones de Flybondi podía ir más allá de una intimación y un “plan correctivo” respecto a sus operaciones. De tal manera que la misma podría hasta alcanzar a funcionarios que dependen del Ministerio de Economía en el área de Trasporte y hasta la mismísima Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). Según trascendidos, además de lo que contiene la intimidación respecto a que en noviembre de 1991 vuelos de Flybondi 384 sufrieron cancelaciones y 700 tuvieron que ser reprogramados, se habrían comedido algunas otras irregularidades, que, si bien no suponían riesgos para el vuelo, si violaban normas estrictas que hacen justamente a que la aviación sea segura. Y punto. Básicamente se trataría de la reparación de un tema menor - aunque “no go” – de un avión (o aviones) en un taller cuya habilitación estaba suspendida momentáneamente para realizar reparaciones. La primera reacción habría sido por parte de la autoridad librar un acta pero que después quedó sin efecto y que alguien, dicen, ordenó destruir. ¿Por qué? ¿Para no dañar la política de competencia en el mercado argentino?
Nota completa en