La semana pasada, la aerolínea que alguna vez fue un símbolo de México recibió una demanda por US$ 841 millones de Dólares por parte de una empresa de Texas que la acusó de varios incumplimientos de contrato. La denuncia, presentada ante un tribunal federal de Manhattan contra el Gobierno de México por haber éste contratado el año pasado a SAT Aero Holdings para que le prestara una serie de servicios a la aerolínea, entre ellos la obtención de aeronaves y seguros y la contratación y formación de pilotos y tripulación.
El SAT Aero Holding dijo que Mexicana incumplió sus obligaciones poco después de la contratación al no pagar depósitos por el arrendamiento de aviones, negarse a firmar documentos, robar a sus pilotos y tripulaciones y no obtener las licencias necesarias para importar aviones a México y operarlos.
El Ministerio de Defensa de México, que opera la restablecida Mexicana de Aviación, indicó “que no tenía ninguna información sobre el caso”.
El Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, relanzó en 2023 Mexicana de Aviación resucitando la marca de una aerolínea en quiebra. El Gobierno ha comercializado a la aerolínea como una alternativa menos costosa para los viajeros que las aerolíneas más grandes del país como Aeroméxico, con la que López Obrador se ha enfrentado a menudo. Sin embargo, al principio Mexicana tuvo dificultades para adquirir aeronaves y comenzó a operar con tres Boeing procedentes del ejército y dos Embraer alquilados.
