El próximo lunes comienza la votación para renovar autoridades en la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). Las urnas estarán abiertas hasta el 6 de febrero, en virtud de que muchos afiliados pueden estar de viaje por razones laborales. Lo que debía ser una simple renovación de autoridades de un gremio, terminó transformándose en una disputa política y, por qué no familiar, con fuertes sospechas de fraude. Pablo Biro, actual presidente de APLA, y favorito en los pronósticos, tenía mandato hasta enero de 2016. Sin embrago ideó una estrategia -dicen que asesorado por Raúl Horacio Otero, un operador sindical denunciado varias veces por la Justicia Electoral por maniobras fraudulentas, que responde a la CGT oficialista de Antonio Caló- que consistió en renunciar (octubre 2014) y convocar a elecciones anticipadas con la intención de evitar la simultaneidad de las mismas con la salida de Cristina Fernandez de Kirchner del poder y, de paso, asegurarse la conducción del gremio de junio de 2015 a junio de 2019. También buscaba con la urgencia evitar que la oposición tuviera tiempo de armar una lista. Pero algo falló y el comandante de A340 Daniel Biro, hermano de Pablo (aseguran que no se hablan), presentó una lista que tiene el apoyo del ex presidente del gremio Jorge Perez Tamayo -su hijo, también comandante, secunda a Daniel en la lista- lo que significa estar alineado con la GCT opositora que encabeza Hugo Moyano. Las sospechas de fraude se intensificaron cuando comenzó a circular una foto en la que se lo ve Sergio Bornoni, uno de los cinco miembros de la junta electoral de APLA, colocándole bronceador a Mateo Ferreira, candidato a secretario gremial por la lista azul, de Pablo Biro o cuando se conoció que el presidente de la Junta Electoral, Gaston Altoe, aprobó que se vote del 26 al 2 en Aeroparque y del 2 al 6 en la sede del gremio y que los pilotos de LAN Argentina, Andes, SOL y otras empresas voten en urnas distintas a las de sus pares de Aerolíneas Argentinas. Un triunfo de Daniel permitiría a Moyano sumar un gremio del transporte pequeño, por cantidad de afiliados, pero sumamente fuerte por su poder de fuego. Para el presidente de Aerolíneas, Mariano Recalde, en cambio, significaría perder el gremio mas alineado con el kirchnerismo.
