El paro de este miércoles 24, el primero contra el presidente Milei a solo 45 días de haber asumido, más político que gremial, afectó obviamente a la actividad aérea.
En internacional, donde hubo cancelaciones y reprogramaciones, no tanto por las compañías sino por la no operación de los servicios en tierra, empezando por Intercargo y siguiendo por carga de combustible y ayuda a la navegación. Muchas compañías optaron directamente por cancelar o reprogramar los vuelos del día, dado que el gremio que agrupa a su personal UPADEP también acompañó la medida de fuerza, aunque no queda claro hasta donde incidió.
Solo American Airlines, que cuenta con servicio propio de rampa en Ezeiza, recibió sin problemas sus cinco vuelos de la mañana y mantuvo su programación original.
En lo que a vuelos locales se refiere, JetSmart suspendió su programación del día, no tanto por sus trabajadores sino por no disponer también de servicios auxiliares, lo que perjudicó a unos 5.000 pasajeros, en tanto que Aerolíneas Argentina fue la más afectada ya que al paro impulsado por la CGT que se iniciaba a las 12 del mediodía se le sumó una medida de fuerza especial de los trabajadores de APA (personal de tierra) en la franja de las 00 a las 12hs. Eso llevó a que la empresa cancelara, además de los 267 vuelos inicialmente programados, otros 28 más. Es decir, que no volara en todo el día afectando a más 20 mil pasajeros de vuelos internacionales, regionales y de cabotaje, y a la empresa en U$S 2,5 millones.
El comunicado de la empresa estatal termina afirmando que “a pesar de estas circunstancias, Aerolíneas Argentinas continuará trabajando para ofrecer un servicio (¿¿??) de calidad a sus pasajeros, manteniendo como principal prioridad la seguridad de su operación. La compañía lamenta los inconvenientes que esta medida provocará en los planes de viaje de nuestros clientes”.
Flybondi, por su parte, no solo trasladó parte su operación de Aeroparque a Ezeiza (26 vuelos) donde cuenta con servicio de rampa propio, sino que el gremio que representa a sus trabajadores se expresó en un comunicado en contra del paró: “Consideramos que la pretendida «huelga general» busca objetivos políticos, orientados a posicionarse frente a un gobierno que asumió hace poco más de un mes. El sector, que convocó a esta medida extrema, es el mismo que durante cuatro años permaneció indiferente a las necesidades de los trabajadores, y que ahora busca generar discordia en un momento crucial para el país”, expuso en un comunicado la Asociación de Trabajadores Aeronáuticos de Flybondi (ATAF).
Esta actitud – que permitió que 11.000 personas pudieran volar – fue interpretada por algunos sindicalistas y políticos como una advertencia por parte de los jóvenes y los gremios nuevos que no se sienten representados, y mucho menos interpretados, por el viejo sindicalismo y sus formas de hacer política.
