En su reciente viaje a China con el objetivo de traer fondos (dólares, yuanes o lo que sea), el ministro de Economía¸ Sergio Massa¸ y el diputado Máximo Kircxhner, además de llevar camisetas de la selección argentina de fútbol para regalar a las autoridades de ese país, se jugaron a anticipar – total quién se va a enterar – que en Aerolíneas Argentinas se encontraba estudiando realizar operaciones regulares entre Buenos Aires y Beijing.
Los vuelos –dijo el Ministro en una reunión con operadores turísticos – saldrían desde Ezeiza harían escala en Auckland, Nueva Zelandia, y desde allí volarían a Beijing. Una especie de transpolar ampliado. No quedó claro si el vuelo está pensado para que turistas argentinos visiten el país asiático, que chinos visiten Argentina o que simplemente los dueños de los supermercados y sus familias tengan vuelos que reduzcan los servicios entre Buenos Aires y la capital China en diez horas.
Pablo Ceriani, presidente de Aerolíneas Argentinas presente en la Asamblea de la IATA en Estambul, afirmó que «se está trabajando con operadores turísticos chinos para realizar vuelos entre Beijing y Buenos Aires, básicamente para traer y llevar turistas chinos». «En ese sentido estamos viendo cómo se irían dando esos vuelos, que en principio serían charter, pero con alguna regularidad», explicó el funcionario, quien añadió: «Estamos viendo cuál es la ruta más adecuada, si con escala en Auckland o en Roma, donde tenemos base y dónde hemos hecho escala con algunos de los vuelos que fueron a buscar vacunas a China».
El cuento (¿chino?) tuvo eco en Estambul, donde se desarrollaba la 79º Reunión General Anual (AGM) de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y la Cumbre Mundial del Transporte Aéreo, donde Peter Cerda, Vicepresidente para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), se manifestó a favor de la iniciativa: “ Nosotros estamos a favor de incrementar la conectividad y todo lo que se haga en ese sentido, no solo contará con nuestro apoyo, sino que trabajaremos juntos para que eso se concrete”.
Sonó a compromiso.
