Para participar en el evento Routes Americas, donde la industria aérea se reunió para explorar nuevas oportunidades de rutas en Chicago, tuvimos la oportunidad de volar con United y vivir una experiencia única.
La “ciudad del viento”, sede de United Airlines, acogió a tomadores de decisiones de las principales aerolíneas, aeropuertos, destinos y proveedores del continente, con una asistencia récord de casi 1000 participantes.
Estuvimos a bordo de uno de los más de 1000 vuelos sin escalas por semana que United opera a 60 destinos (siete en Sudamérica) en 31 países de América Latina y el Caribe desde Cleveland, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Nueva York / Newark, San Francisco y Washington, D.C./Dulles. Este año, United tiene previsto operar 14 nuevas rutas en América Latina que no estaban disponibles en 2019, lo que ofrecerá a los clientes más opciones para elegir.
«Conectar a las personas. Unir al mundo».
A futuro, y en el marco de su proyecto denominado «United Next», la compañía tiene compromisos de compra por 270 nuevos aviones Boeing y Airbus, que incluye el mayor pedido de aviones de fuselaje ancho realizado por una aerolínea estadounidense, que incluye 100 Boeing 787 Dreamliners con opciones de compra de 100 más. También incorporó 100 aviones Boeing 737 MAX adicionales, 56 con pedido firme y 44 con opción de compra. En total, United espera recibir casi 700 nuevos aviones para finales de 2032.
El vuelo a Houston es diario, nocturno y sin escalas desde Buenos Aires a bordo de un Boeing 777-200. En este caso fue en el N209UA. La experiencia previa al viaje es simple, a través de la opción Travel-Ready Center online o a través de la app – premiada con el “People’s Voice” como la mejor app de viajes de la industria a nivel internacional – donde se cargan los requisitos de ingreso al país, incluyendo las pruebas de vacunación (si, aún lo exige EE.UU.). La app fue recientemente rediseñada y mejorada, buscando brindar mayor accesibilidad a personas con discapacidad visual.
A bordo, la experiencia en Economy Plus fue placentera, puntual, con el reconocido servicio de United en cuanto a gastronomía, atención, servicio de entretenimiento a bordo, y el servicio gratuito para mensajería instantánea para seguir conectando aún a 11 mil metros de altura.
Al arribo, y luego de una breve espera para que comenzara la jornada laboral del personal de migraciones a las 5am, se retire el equipaje y se pone en las cintas correspondientes en caso de estar en conexión.
En los aeropuertos pudimos disfrutar las virtudes del United Club, presentes en Denver, Houston, Washington D.C. (Dulles), Chicago, Los Ángeles, San Francisco, Nueva York/Newark y Honolulu.
Aprovechando la conexión “larga” hicimos una “escapada” hacia el Space Center de la ciudad texana para poder recorrer y disfrutar del B747 NASA 905. Se trata de la primer versión que se introdujo en 1977 adaptando el jumbo de American Airlines con puntales para el montaje del orbitador. Para conectar el avión con la nave se aprovechaban los puntos de anclaje destinados a unir a esta última con el tanque de combustible externo durante un lanzamiento al espacio. Pero, lógicamente, ese no fue el único cambio aplicado a la aeronave.
Soportar los 80.000 kilogramos del vehículo orbitador obligó a realizar otras modificaciones al «Jumbo». Así, no solo se reforzó el fuselaje, sino que además se quitaron todos los componentes de la cabina principal —incluido el aislamiento— y solo se mantuvo el sector destinado normalmente a la Primera Clase, para trasladar a pasajeros de la NASA.
Por otra parte, se actualizaron los motores y el instrumental, en tanto que se añadieron estabilizadores verticales en la cola del Boeing 747 en cuestión. Esto último se pensó para mejorar la estabilidad de la aeronave, ya que cargar el peso del orbitador afectaba su centro de gravedad. Como contrapartida, si el avión volaba sin el vehículo montado en la parte superior, se debía aplicar lastre para compensar y balancear el centro de gravedad.
El programa del transbordador espacial estuvo activo durante 30 años. El primer lanzamiento se realizó en abril de 1981, protagonizado por el Columbia, mientras que el último ocurrió en julio de 2011 de la mano del Atlantis. En total fueron 135 misiones, de las cuales se completaron exitosamente 133. Y a la par de cada despegue y retorno a la Tierra estuvo el Shuttle Carrier Aircraft. Desde hace tiempo descansa en el Space Center acompañada por Independence, una maqueta a escala real del orbitador del transbordador espacial.
Ya de regreso a la terminal E del Houston Intercontinental Airport partimos rumbo a Chicago en un nuevo B737MAX9 para arribar a tiempo al Aeropuerto Internacional O´Hare, principal Hub de United Airlines, ubicado a 27 kilómetros al noroeste del centro de la ciudad.
Para trasladarse desde el aeropuerto se puede tomar el tren en altura Blue Line, que por solo 5 dólares nos deja en el “Loop” y funciona durante las 24 horas.
El evento Routes Americas se llevó a cabo en el Sheraton Grand Chicago Riverwalk. Aquí la nota al respecto: https://www.aviacionnews.com/2023/03/routes-americas-2023/
Entre los atractivos de la “Segunda Ciudad”, haremos foco en el Museo de Ciencia e Industria y particularmente allí en el sector de transporte donde se puede disfrutar de un hermoso B727 de United Airlines “colgado” de sus techos…
Se trata del Boeing 727-100, matrícula N7017U, que fuera el 17º 727 construido por The Boeing Company desde 1964. La llegada del aparato décadas atrás, fue todo un evento luego de aterrizar en Meigs Field, ahora Northerly Island, en 1992. Fue llevado en barcaza a Indiana, donde se preparó para la exposición, luego en barcaza de nuevo y a través de Lake Shore Drive hacia el Museo de Ciencia e Industria de Chicago mientras la multitud observaba al nuevo integrante del MSI.
United Airlines ha donado este avión al museo para conocer más de cerca la historia del fascinante avión comercial de su tiempo. En su flota solía tener más de cien Boeing 727 en servicio, adaptándose para todo tipo de aeropuertos y trayectos cortos y era el avión más común de su época.
Ya para la hora de regreso a Houston fue en un hermoso B757-300, que debió pasar por el proceso de de-icing en la fría mañana de chicago.
Ya en la Terminal cara a cara con el triple siete que nos lleva de regreso a casa.
#MyUnitedJourney #UnitedEnArgentina
