La demora en la entrega de nuevos aviones por parte de Boeing y de Airbus genera diversas complicaciones. Una de ellas es que está ralentizando las operaciones de las aerolíneas, pero, además, está limitando las oportunidades de formación y acumulación de experiencia. Así lo ha denunciado el Sepla (Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas). La situación también afecta a la disponibilidad de simuladores y programas de capacitación, lo que complica el mantenimiento de licencias y certificaciones. “El cumplimiento de los requisitos de vuelo se ve comprometido, especialmente para los pilotos en etapas iniciales de su carrera”, advierten desde Sepla. En el plano económico, los pilotos también enfrentan pérdidas derivadas de la reducción de horas de vuelo y cancelaciones de último momento. “Cuando una operación se modifica o se transfiere a otra compañía, los ingresos variables se ven afectados”, explican. Para mitigar estos efectos, el sindicato insta a la industria y a las autoridades a implementar soluciones a largo plazo, como la inversión en tecnología de simulación y la colaboración entre aerolíneas para compartir recursos de formación. “Es esencial garantizar que los pilotos puedan mantener sus competencias y progresar en sus carreras”, concluyen, alertando sobre los riesgos de una crisis que podría prolongarse si no se toman medidas inmediatas.
¿Cómo perjudica al colectivo de pilotos, los retrasos en la entrega de aviones Boeing y Airbus?
