El Índice de Competitividad del Transporte Aéreo en América Latina 2023, elaborado por ALTA y Amadeus, muestra que Argentina acumuló handicaps el año pasado y sigue teniendo uno de los mayores niveles de impuestos a nivel mundial.
ALTA, la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo, y Amadeus elaboran desde 2019 un Índice de Competitividad del Transporte Aéreo en América Latina y el Caribe, que permite tomar las mejores decisiones a las partes interesadas de la industria, los responsables políticos y los líderes de la industria al tener acceso a los mejores y más recientes datos y análisis de la industria.
“En este estudio, la Argentina muestra una notable disminución en su desempeño, comparado con años anteriores. El país ocupó en 2023 uno de los últimos puestos (18 sobre un total de 20), lo que puso al desnudo las limitaciones que sufrió su conectividad hasta la actual política de desregulación y de apertura de cielos”, se despende del estudio.
Uno de los principales puntos débiles que mostró el país hasta este año es su estructura de costos operativos y tasas impositivas, que frenaron el desarrollo normal de la actividad y de la oferta, a la diferencia de lo que pasa en países limítrofes como Brasil y Chile. El país registró el desempeño más bajo en la categoría de impuestos y tasas para pasajeros, en lo opuesto de Brasil, que presenta el mejor resultado en el continente. ALTA subrayó: “un entorno fiscal poco favorable para el desarrollo del transporte aéreo en la Argentina”, que afecta tanto a las aerolíneas como a los pasajeros
ALTA y Amadeus detallaron además que el país experimentó una caída en su índice de conectividad internacional, posicionándose en el lugar 75 a nivel global. Esta disminución se refleja en una reducción del 19 % en su conectividad global, destacando una preocupante tendencia en la capacidad del país para mantener conexiones aéreas robustas con el resto del mundo a lo largo de los últimos años. En comparación, Chile y Brasil, sus principales competidores regionales, se encuentran en el segundo y tercer lugar de la región; mientras que Panamá lidera el ranking gracias a su infraestructura de calidad y su eficiencia operativa
En cuanto a la conectividad intrarregional, la Argentina ocupa el quinto lugar, pero también ha protagonizado una caída significativa en el índice, con un descenso del 20 % respecto a 2019. Este dato es particularmente relevante para un país que ha dependido históricamente de fuertes lazos de transporte aéreo dentro de la región.
Finalmente, el informe pone en evidencia otros puntos débiles de la aeronavegación en la Argentina: muestra una falta de avances significativos en relación con la sustentabilidad (no hay anuncios de refinerías de Combustible de Aviación Sostenible -SAF-, a diferencia de lo que pasa en Brasil, que encabeza este pilar en el continente).
Además, la edad promedio de la flota argentina es de las más altas de la región, lo que implica mayores costos operativos y más emisiones. Es otro contraste muy crudo en relación con la oferta que tienen los pasajeros en Brasil y Chile, donde las flotas son mucho más modernas.