Ryanair obtuvo un beneficio neto de € 1.917 millones en su recientemente concluido ejercicio fiscal (hasta el 31 de marzo), el 34% más que el período anterior, cuando ganó € 1.428 millones. La compañía irlandesa destacó que su tráfico aéreo aumentó el 9% hasta los 183,7 millones de pasajeros, a pesar de los retrasos en la entrega de los pedidos de aviones por parte de Boeing. Ryanair registró ingresos por € 13.440 millones hasta el pasado marzo, 25% más que el año fiscal anterior. Michael O’Leary, CEO de Ryanair Holding, explicó que la tarifa aérea se encareció el 21% en el periodo, hasta los € 49,80 por billete, gracias al repunte del tráfico en un primer semestre “récord” impulsado por las vacaciones de Semana Santa a finales de marzo. Los ingresos por pasajero crecieron un 15%, lo que compensó, señaló el directivo, el aumento significativo de la factura del combustible, que se alcanzó los € 5.140 millones, un 32% más. De la facturación global, la compañía resaltó que el mercado italiano contribuyó con € 2.853 millones, un 20% más, seguido por el español, con € 2.416 millones, y el británico, con € 2.031 millones, lo que representan subidas del 28% y el 27%, respectivamente. De cara al siguiente ejercicio fiscal, O’Leary avanzó que prevé transportar entre 198 y 200 millones de pasajeros, un 8% más, a condición de que el fabricante estadounidense cumpla con el calendario de entrega de aviones antes de finales de este año. O’Leary advirtió de que la capacidad para vuelos de media distancia dentro de la Unión Europea es “limitada”, si bien la demanda de billetes para este verano es “positiva”, como demuestra el repunte de reservas anticipadas respecto a ese periodo en 2023. No obstante, subrayó que aún es demasiado pronto para ofrecer un análisis preciso sobre la previsión de resultados para el próximo año fiscal. “El resultado final para el ejercicio de 2015 dependerá en gran medida de la capacidad para evitar eventos adversos durante el año, como las guerras en Ucrania y Medio Oriente, los trastornos causados por las huelgas de controladores aéreos o más retrasos en las entregas de Boeing”, agregó O’Leary.