Air China retomó el viernes pasado sus vuelos regulares a Cuba, cuyas autoridades buscan atraer a viajeros que no suelen visitarla con el fin de fortalecer su sector turístico, que no ha logrado repuntar luego de la pandemia de COVID-19 y un incremento de las sanciones de Estados Unidos.
La aeronave de la aerolínea del gigante asiático, un Boeing 787-900, aterrizó en el aeropuerto capitalino José Martí y fue recibida con un arco de agua —una tradición de bienvenida en la aviación— y por altos funcionarios del gobierno.
“Este es un momento histórico para las relaciones comerciales” entre los dos países y “las posibilidades que abre”, dijo el ministro de Turismo cubano, Juan Carlos García, quien reconoció la importancia del puente aéreo como parte de la estrategia para atraer visitantes.
“Tenemos dos noticias buenas: hemos reiniciado la ruta directa y se ha publicado el decreto cubano de excepción de visado para los ciudadanos chinos”, explicó Ma Hui, embajador chino en la isla.
Desde mediados de la década pasada, Air China realizaba vuelos a Cuba que pasaban por Montreal con carga y pasajeros, los cuales se suspendieron en 2020 a raíz de la pandemia.
Se prevé que la ruta tenga una frecuencia de dos veces por semana con escala en Madrid.