Cabe señalar, por último, que, en la apertura de la rueda bursátil del pasado lunes 8 de enero, las acciones de Boeing se desplomaron un 6,9%. “El episodio pone de relieve una historia de problemas de escapes de calidad, particularmente en Spirit AeroSystems. Los escapes de calidad no son aceptables en una industria en la que fallas únicas pueden tener consecuencias graves”, escribieron los analistas de bolsa de la empresa Bernstein. La gran pregunta hoy es si estamos ante problemas de fabricación o de diseño. “Un problema de fabricación en serie podría requerir un cambio de diseño o fabricación por parte de Boeing o del proveedor responsable, pero no esperaríamos un coste descomunal”, dijo el analista de Melius Research, Robert Spingarn. Cabe señalar que Boeing ha entregado 214 de los aviones B-737MAX 9, o el 16% de los más de 1.300 aviones MAX en servicio. Por su parte, desde el Deutsche Bank Research, señalaron que, “un mayor retraso en la certificación del MAX 7 parece ser la mayor probabilidad de repercusión negativa en este momento”.