La aerolínea recibió un nuevo A220-300, el décimo de su flota. En 2030, estos aviones representarán el 70% de la flota de Air France frente al 7% actual, gracias a un plan de inversiones de 1.000 millones de euros al año. El A220-300 ofrece una reducción del 10% de coste por asiento en comparación con los Airbus A318 y A319 y destaca por su eficiencia energética, es decir, consume un 20% menos de combustible que los aviones a los que sustituye y sus emisiones de CO2 también se reducen en un 20%. Así, su huella acústica también es un 34% menor.
La aeronave, con matrícula F-HZUJ, salió de la línea de montaje de Airbus en Mirabel (Quebec) para incorporarse la aerolínea en el aeropuerto París-Charles de Gaulle, donde operará los vuelos de corto y medio radio de la compañía.
Además, dispone de 148 asientos, en una configuración 3-2, cinco asientos por fila, que permite al 80% de los clientes beneficiarse de un asiento de ventanilla o de un asiento de pasillo. Este verano, el A220-300 de Air France vuela a Berlín, Hamburgo y Múnich (Alemania), Milán-Linate, Milán-Malpensa, Bolonia, Roma, Nápoles y Venecia (Italia), Barcelona, Valencia y Madrid (España), Lisboa (Portugal), Copenhague (Dinamarca), Atenas (Grecia), Helsinki (Finlandia), Viena (Austria), Varsovia (Polonia) y Estocolmo (Suecia) desde el hub de Air France en París-Charles de Gaulle.
