Los Sindicatos Aeronáuticos Unidos (APA, APLA, APTA, ATEPSA y UPSA, todos liderados por empleados de Aerolíneas Argentinas) celebraron esta semana la decisión de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) de dejar sin efecto el acuerdo entre Argentina y Chile conocido como de “Doble Vigilancia de la Seguridad Operacional Interchange”. Mientras tanto, también esta semana, trabajadores despedidos de Latam Argentina se enfrentaban a golpe con la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en el hall de Aeroparque en el marco de una protesta en la que reclamaban volver a ser reincorporados a la empresa.
El Interchange había sido aprobado por el ministro de Transporte Guillermo Dietrich, durante el gobierno de Mauricio Macri, a pedido de Latam Argentina que buscaba sostener su operación Buenos Aires – Miami que las autoridades de Estados Unidos les impedían si a los B767 no se les hacía una costosa actualización técnica. Inversión que no se justificaba – según la empresa – dada las condiciones del mercado argentino.
A través de distintos comunicados, los gremios consideraron la medida como “una importante decisión tanto para el interés nacional en materia de política aérea como para el conjunto de reivindicaciones efectuadas por los Sindicatos Aeronáuticos Unidos”. “El Interchange, en la práctica, permitía al grupo chileno-brasileño Latam operar en territorio argentino con aeronaves y tripulaciones extranjeras, en peores condiciones laborales y salariales y fuera del control de la legislación argentina”. Lo que no es cierto, en cuanto a tripulantes ya que lo impedía la ley y el mismo acuerdo de Doble Vigilancia.
Los sindicatos objetaban que dicha política “apuntaba a desnacionalizar el servicio de transporte aéreo argentino y convertirlo en un negocio privado de grupos trasnacionales afines a sus intereses y los de varios de sus funcionarios de gobierno”.
Por tal motivo, “la reciente decisión de la ANAC, para las y los trabajadores del sector, constituye un avance en defensa del genuino trabajo aeronáutico y de la plena recuperación de la actividad”.
Mientras los comunicados criticando el accionar de la empresa y alabando la decisión de ANAC circulaban por los medios, trabajadores despedidos de Latam se enfrentaban el martes con la PSA frente a los mostradores de check in lo que generó demoras en los vuelos de la empresa en Aeroparque. Reclamaban volver a ser reincorporados a la empresa, como también “que los sindicatos aeronáuticos rompan su pasividad y adhieran a la convocatoria”.
Algo difícil al recordar la contribución de estos gremios a la salida del país de la empresa.