Las críticas esta semana hacia la conducción de Aerolíneas Argentinas y el Gobierno desde la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), pero también de otros gremios aeronáuticos, se enfocaban en los comentarios y trascendidos sobre la reducción de 10 aviones de la flota. Concretamente dos A330-200, seis B737-700 y dos Embraer 190. Todas aeronaves cuyos contratos de alquiler vencen este año. “10 aviones menos, representa menos conectividad para el país y menos ingresos para las provincias”, se quejaba Nicolás Capella, secretario del Interior de APLA
Otro que opinó en ese sentido, fue Ariel Basteiro, ex Secretario General de APA, después de unas largas vacaciones en Bolivia como embajador – aunque nunca quedó muy en claro si de Argentina o de Bolivia -, en declaraciones a Tiempo Argentino: “El objetivo del gobierno en este nuevo avance contra la línea de bandera es el levantamiento de escalas, la reducción de las conexiones de los vuelos federales y la estructura de retiros que están planificando junto con la desafectación de la flota de la compañía no es más ni menos que un eslabón más de la cadena planificada para que Aerolíneas se reduzca a la mínima expresión”.
Sin embargo, cuando uno mira el cuadro que elabora el especialista en temas aeronáuticos, Carlos Vázquez, actualmente (30/06/24) la compañía tiene la flota más numerosa, 85 aviones, desde el 2008 cuando se re-estatizó. ¿Está el mercado en crecimiento? No. En el acumulado del año en cabotaje, según datos de la ANAC, el cabotaje acumula una caída del 7,9% respecto al año pasado y con una aceleración en la caída en junio del 21,7%. A ese mes, los vuelos nacionales de Aerolíneas cayeron un 18%, la ocupación se instaló en un 82%, tres puntos porcentuales menos que en junio de 2023, y una participación de mercado del 62%, también 3 puntos menos. La caída en internacional de la empresa estatal en junio fue más leve que en cabotaje, solo un 1,57%, pero significaron 3 puntos porcentuales menos que en igual mes de 2023.
Sin embargo, el reclamo de los gremios parece haber tenido éxito ya que la empresa le prometió a APLA, según trascendió, que los aviones iban a ser reemplazados, por lo menos en lo que atañe a los intereses de Aerolíneas. Es decir, los dos A330, cuyos contratos de alquiler vencen este año y que hay que reemplazarlos si o si por su antigüedad y por su estado. Respecto a los B737-700, la promesa es reemplazarlos por B737 MAX 8, teniendo en cuenta que entre los postergados y los originariamente previstos el año que viene, entrarían 4.
Sin embargo, desde la empresa aseguran que no le prometieron nada a APLA, ni a nadie. Por ahora, pareciera ser que la flota A330 quedará en ocho n tanto que la salida de los B737-700 y la entrada de los MAX está en el plan de flota desde hace mucho tiempo. Los MAX que entran el año que viene son parte del paquete que se firmó en la época de Mariano Recalde. Y el tema de los Embraer “se está pensando todavía”
Justamente otro tema son los Embraer – la empresa tiene en total 26 – los aviones que vuelan los ex pilotos de Austral, que estaban agremiados a UALA. Para ellos nada, tampoco la promesa de los B737 en reemplazo de los Embraer que alguna vez les hicieron (hay pilotos de Embraer que incluso hicieron inútilmente el curso para B737). Solo promesas.
Está claro que el convenio que acordaron en 2021, a instancia de Pablo Biro, por APLA, y Pablo Ceriani, por Aerolíneas, para la fusión de ambas empresas y por ende la desaparición, no solo de Austral sino también de UALA, les pone un techo a los tripulantes de esta empresa. Un comandante de Embraer, con muchas horas de vuelo y experiencia, terminará inexorablemente su carrera en el avión brasileño. Un ejemplo es que la devolución de estos dos aviones significará que entre 10 y 12 comandantes estarían de más, en tanto que los copilotos no podrán ascender, en consecuencia, por exceso de comandantes, aunque en Aerolíneas hayan entrado en la última llamada 250 nuevos copilotos.
¿Puede un comandante de Embraer pasar a Aerolíneas? Sí, pero como el último de los copilotos de B737, y siempre después de “los hijos de”, lo que daría el absurdo que quien este sentado a la derecha tenga mucha más experiencia y horas de vuelo que el de la izquierda.
