La empresa estadounidense espera poder evitar la denuncia que anunció Norwegian por US$ 1.000 millones. La low cost europea pide un resarcimiento por los daños y problemas operativos que la cancelación del B-737MAX le provocó. La transportadora calculó que el retraso la supuso inicialmente pérdidas por US$ 185 millones. El próximo 15 de enero, ambas empresas se verán las caras en una audiencia preliminar. Curiosamente, los tribunales donde se tramita esta demanda, en Irlanda, son además sede de los procesos de reorganización bajo tutela judicial, que implican a Norwegian Air Shuttle y a otras cinco subsidiarias con base en la Isla Esmeralda. La low cost había adquirido 18 MAX y posteriormente cursó un pedido por otras 92 unidades, que fue finalmente cancelado. Lo cierto es que la necesidad propia de fondos de Norwegian hoy, hace pensar que difícilmente decida dar marcha atrás con la demanda contra Boeing porque necesita fondos de modo apremiante.
