Si bien desde Aerolíneas siguen hablando de que están a la espera de las propuestas de los cuatro fabricantes que habrían sido invitados a cotizar para reemplazar los Embraer 190 que operan para Austral -Airbus, Boeing, Embraer y Bombardier-, las autoridades de la empresa dan por descartados, aunque no lo digan directamente, a dos de los posibles oferentes, al afirmar que buscan aviones de 186 plazas. Allí, está claro, quedan sólo el fabricante europeo y el estadounidense. Se descarta que tanto el Boeing 737-Max como el A320Neo ofrecen prestaciones similares. Prácticamente no hay diferencias. Una ventaja a favor de Boeing es la “comunidad” con la flota de Aerolíneas. Aunque los pilotos de Austral preferirían seguir diferenciándose, sin los Embraer claro. La oferta económica, pero por sobre todo la alternativa financiación, juegan entonces un rol fundamental. Por estos días dos altos ejecutivos están en Seattle, donde está la planta de Boeing. Dicen que decidiendo la configuración de los aviones a partir de la eliminación de la Business, aunque uno de los visitantes es Abbott Reynal, que además de Gerente General maneja las finanzas de la compañía. Una de las alternativas es que un lessor compre los aviones para Austral y que luego se tomen éstos en leasing. Algo parecido a la estrategia que siguió Aerolíneas con los nuevos B737-800. Esto está claro en los balances a punto de aprobarse donde solo aparecen como activos de la compañía cuatro A330-200, los dos B737-700 comprados por orden de Néstor Kirchner al principio de la gestión, los dos B737 MAX que estaban en la compañía al 31 de diciembre y los 22 Embraer a medio pagar. Nada dice de los B737-800. Para mayo esperan recibir las ofertas y para fin de año contar con los nuevos aviones para Austral en servicio.
