La Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), que nuclea a los pilotos de Austral, denunció que Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas, desvía subsidios para pagarle el combustible a Sol Líneas Aéreas, bajo el paragüas de un acuerdo de «código compartido». Según las autoridades del gremio, el acuerdo firmado por ambas empresas en realidad va mucho más allá de un acuerdo de este tipo, que supone la explotación conjunta de una determinada ruta mediante la venta de asientos por ambas empresas, ya que incluye el pago del combustible y de horas de vuelo. En realidad nunca fue una novedad para el mercado que es Aerolíneas quien paga los vuelos de Sol y que es la encargada de comercializarlos, lo que implica asumir los riesgos o los beneficios si los hubiera. «Nos reunimos con el director financiero de Aerolíneas, Pablo Ceriani, quien nos reconoció que no era sólo un código compartido”, explicó Alejandro Botana titular de UALA a TN.com.ar que asoció la operación a la que alguna vez tuvo la Aerolíneas Argentina administrada por la SEPI con Southern Winds. Apenas firmado el acuerdo, Sol comenzó un procesos de actualización de su flota al pasar de seis Saab 340 turbohélices a otros tantos CRJ 200 que le transfirió la subsidiaria de Iberia, Air Nostrum. Unos días después el titular de la empresa española aclaró que eran los titulares -cosa que nunca ocultaron los dueños de Sol- del 45% de las acciones de la empresa regional argentina. Una de las actitudes que más molestó a los pilotos es que Sol adoptara para sus CRJ prácticamente el mismo diseño exterior que los aviones de Austral. Decisión que obviamente habría tomado la cúpula de Aerolíneas para hacer suyos también los vuelos de Sol.
