La amenaza de un paro general de pilotos convocado por APLA la semana pasada, generó que el Ministerio de Trabajo dictara una segunda -aunque supuestamente no se puede- Conciliación Obligatoria que obligó a retrotraer el conflicto al punto de partida y a sentar a todas las partes -empresa, gremio, gobierno- a buscar una salida al conflicto de SOL, que por cierto no parece fácil. La cancelación de algunas rutas por el peso de la competencia y la falta de rentabilidad, más la reducción de la flota prácticamente a la mitad (solo vuelan 3 Saab, mientras otro está en “C” Check y dos definitivamente desprogramados) llevó a la empresa en septiembre a despedir a 19 pilotos. “Todo de acuerdo a lo que establecen los contratos y abonando las respectivas indemnizaciones, producto de no tener trabajo para ofrecerles”, dicen en la empresa. El Ministerio de Trabajo dictó entonces una primera Conciliación Obligatoria que adormeció el conflicto por 20 días pero sin que las partes cambiaran su posición. El 1º de noviembre la empresa ratificó los telegramas. Fue entonces que intervino APTA y amenazó con un paro para el viernes 12 que prácticamente iba a dejar al país sin vuelos durante 24 horas. Intervino entonces el Ministerio de Trabajo que, con algunos cambios en el enunciado para eludir la imposibilidad de decretar por segunda vez una conciliación sobre un mismo conflicto, detuvo la medida y trasladó el problema a los primeros días de enero. Si posibilidades de darles trabajo en la empresa, las miradas apuntan ahora hacía el Gobierno pensando en la reubicación de los tripulantes en otras compañías (¿Aerolíneas?) o en algún tipo de subsidio que le permita a la compañía retomar su programa de vuelos regionales tal como alguna vez tuvo.
