Según las autoridades de Aerolíneas Argentinas el ejercicio 2013 cerró con pérdidas por U$S 247,1 millones, lo que fue presentado por la compañía como un hecho auspicioso ya que implica, según estos cálculos, un rojo un 44,1% menor al de 2012. “Se cumplieron las metas de producción establecidas en el presupuesto y en el plan de negocios de la compañía, con un incremento de pasajeros de casi el 20% respecto del 2012 y una tendencia cada vez menor de asistencia del Estado”, dijo su presidente Mariano Recalde en conferencia de prensa. Según el mismo informe las ventas durante 2013 crecieron un 21,7% (U$S 1.918 millones) respecto al ejercicio anterior. También habrían aumentado las frecuencias (16,3%), las horas de vuelo (14%) y los pasajeros transportados (19,1%). No obstante la empresa recibió subsidios durante 2013 superiores a los U$S 630 millones. Desde su estatización en 2008 la empresa requirió aportes del tesoro cercanos a los U$S 4.000 millones. Nuevamente -sin balances a la vista- vuelven a reflejarse en los informes inconsistencias entre lo que dicen sus directivos y los aportes que, sobre datos de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) obtenidos del Ministerio de Economía, recibe la empresa para operar. Para el futuro, Recalde anunció que después de 25 años la compañía volverá a volar a todas las provincias, al sumar Paraná, y se propone transportar 10 millones de pasajeros.
