Gerardo Díaz Ferrán, exdueño de Marsans junto a su fallecido socio Gonzalo Pascual, y exdueño de Aerolíneas Argentinas junto a éste y a Antonio Mata, se enteró en la cárcel -acusado por lavado de dinero y evasión impositiva- que la jueza madrileña Ana María Gallego lo había condenado a pagar 417 millones de euros e inhabilitado para cualquier actividad comercial por 15 años por irregularidades en el concurso de acreedores de su eximperio turístico. Pero no terminaron allí las malas noticias esta semana. También se anotició en la cárcel de Soto del Real -donde esta recluido desde diciembre- que a fines de noviembre se celebrará en la Audiencia Nacional el juicio por la compra de Aerolíneas Argentinas. La fiscalía pide para él y para Mata una pena de dos años de prisión y un multa de 99,4 millones de euros. La causa se remonta a 2001, cuando la SEPI -el gobierno español- vendió la compañía argentina a Air Comet, entonces presidida por Mata, por un dólar, a cambio de aportar U$S 300 millones para responder frente a acreedores de la sociedad. Pero Air Comet utilizó ese dinero, no para pagar a los acreedores, sino para subrogarse en su posición en el proceso de suspensión de pagos, lo que le permitió posteriormente recuperar el 40 % de lo invertido gracias al convenio aprobado por Aerolíneas Argentinas para saldar sus deudas. Los imputados no declararon entonces los beneficios obtenidos por la compra de Aerolíneas por lo que el fiscal pide ahora que los acusados respondan subsidiariamente por el no pago de 99 millones de euros. Semejantes antecedentes sin duda serán utilizados por los representantes del gobierno argentino frente a la demanda del grupo ante el Ciadi por U$S 1.000 millones por la expropiación de Aerolíneas en 2008.
