Azul, la mayor aerolínea de Brasil en número de ciudades atendidas, anunció que comenzó formalmente el proceso para acogerse al Capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense. Esta decisión busca facilitar un plan de reestructuración financiera y operativa.
Con una deuda que supera los 31.000 millones de reales (aproximadamente 5.494 millones de dólares), Azul ha involucrado a sus principales socios estratégicos, las aerolíneas United Airlines y American Airlines, para que el tribunal de Nueva York supervise y medie las negociaciones con acreedores.
El presidente de Azul, John Rodgerson, declaró que este proceso representa “un paso significativo en la transformación del negocio” y que esperan crear una “compañía aérea robusta, resiliente y líder”.
Aspectos clave del proceso:
- Acceso a un financiamiento de 600 millones de dólares para mantener operaciones.
- Reducción de deuda en más de 000 millones de dólares.
- Optimización y renovación de la flota.
- Las operaciones comerciales y ventas seguirán normales durante la reestructuración.
- La aerolínea ha suspendido sus proyecciones financieras para 2025 mientras dure el proceso.
Resultados financieros recientes
En 2024, Azul reportó una pérdida neta de 8.235 millones de reales (alrededor de 1.459 millones de dólares), un incremento del 1.076% respecto al año anterior, reflejando las presiones financieras que han llevado a la actual reestructuración.
La medida genera incertidumbre sobre su fusión propuesta con Gol, con la que buscaba convertirse en la mayor aerolínea de Brasil.