Diversas medidas económicas, sobre todo la implantación de aranceles tributarios para productos extranjeros, por parte del gobierno estadounidense de Donald Trump, está generando todo tipo de complicaciones. En un principio, el primer impacto fue sobre los fabricantes de aeronaves. Mientras Boeing ve encarecidos sus precios y pierde competitividad, Airbus esquiva el problema gracias su planta de producción en Mobile (Alabama). Sin embargo, las complicaciones se extienden a otros sectores económicos y eso termina golpeando el tráfico de negocios y generando una caída de incertidumbre y posible recesión. “Tus necesidades básicas son comida y vivienda. Después de eso, estamos un poco más abajo en la lista de gastos”, comentó el CEO de Breeze Airways, David Neeleman. La primera reacción del mercado fue la de anticiparse a la caída en la demanda (vaticinada por un desplome en las reservas) ajustando la oferta, es decir reduciendo vuelos. En las últimas dos semanas, compañías como Frontier, Delta, United, American Airlines, JetBlue y Allegiant han ajustado su capacidad para el periodo abril-junio. La bolsa también refleja la situación: el índice S&P 500 de aerolíneas ha caído un 15% en lo que va del año, con Delta y United perdiendo un 20% de su valor cada una. Frontier Airlines, aunque menos afectada, ha registrado una disminución del 2%.
Números perturbadores
El Airlines Reporting Corp muestran que la venta de boletos, en Estados Unidos, a través de agencias de viajes cayó un 8% en febrero, luego de un incremento del 39% en enero. Además, el crecimiento anual del tráfico de pasajeros se desaceleró del 5% en enero al 0,7% en marzo, confirma la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA). En la misma línea, el gasto en tarjetas de crédito y débito en aerolíneas cayó un 7,2% en febrero, el nivel más bajo en al menos seis meses, según datos de Bank of America. Delta Air Lines, reportó que el crecimiento en viajes corporativos cayó a un solo dígito en febrero tras un aumento del 10% en enero. United indicó que las reservas de viajes gubernamentales se redujeron a la mitad, reflejando el impacto de los recortes en el gasto federal.
El tráfico transfronterizo
¿Puede la política de deportaciones masivas de Trump afectar el denominado tráfico VFR (Visited Friends and Relationship) entre Estados Unidos y México? No pocos especialistas comienzan a señalar que sí. Así lo cree François Duflot, analista de Bloomberg, quien comentó: “Las deportaciones realizadas pueden aumentar el impacto de la visita de amigos y familiares”. Fabricio Cojuc, consultor de aviación, dijo por su parte: “Revisando en diferentes páginas me parece que la ventana de reserva para encontrar tarifas más atractivas se ha acortado en los últimos años. Era común que si querías una buena tarifa para viajar a México o EU tenías que reservar de siete a ocho meses antes, ahora encontramos esos mismos descuentos a tres semanas o un mes, es un componente importante”. Pero no solo se está perjudicando el tráfico transfronterizo entre Estados Unidos y México, sino también entre Estados Unidos y Canadá. La consultora Official Airlines Guide (OAG) advirtió que la demanda en este segmento puntual para los próximos meses preveía un desplome de hasta un 70%, según datos provistos por diversos GDS (Global Distribution System). En consecuencia, las aerolíneas han venido recortando la capacidad para los meses de julio, agosto, septiembre y octubre. Alexis von Hoensbroech, director ejecutivo de WestJet, dijo sobre el tema: “Personalmente, estoy muy decepcionado por cómo van las cosas. Creo que una guerra comercial es lo último que necesita este país, este continente, este mundo”.