Si bien el contrato final aún no está definitivamente cerrado –cosa que suele ocurrir en operaciones de este tipo – lo cierto es que todo hace prever que entre mediados y fines de mayo Andes Líneas Aéreas estaría sumando dos aviones a su flota.
Se trata de dos B737-700, con capacidad para 147 pasajeros, que se sumarian a los dos B737-800 con que hoy cuenta la empresa argentina.
Los aviones en cuestión, hoy en manos del lessor BBAM, están estacionados en este momento, a la espera de volar a Ezeiza, en el aeropuerto de Tucson, USA. Fueron fabricados en 2011 – por lo tanto, más jóvenes que los dos B737-800 con que hoy cuenta la empresa – y se incorporaron cero kilómetros en KLM en 2011 quien los mantuvo en su flota por 11 años, para pasar a operar luego para la empresa ecuatoriana Equair, para retornar al lessor original en septiembre de 2023.
La ventaja de contar con certificación europea, por su inició en la empresa holandesa, y gracias a la nueva legislación argentina en la materia, se simplifica su ingreso a la Argentina, donde ya tienen asignadas las matrículas LV-ARR y LV-APM.
¿Por qué B737-700 y no B737-800, como los que ya dispone la empresa? Trascendió, porque son más nuevos y porque los 800 son difíciles de conseguir hoy en el mercado.
El objetivo de Andes con este incremento de flota, no sería otro que reforzar su operación como empresa chartera y de vuelos especiales, volando para operadores turísticas a destinos como Brasil, Cuba, República Dominicana, etc., vuelos estudiantiles (egresados) especialmente para Travel Rock – accionista de la compañía -, equipos de futbol (Copa Libertadores) y vuelos subcontratados por la aerolínea regular Flybondi.