Spirit Airlines anticipó que registrará pérdidas en el segundo trimestre, ya que sus beneficios siguen afectados por la inmovilización de varios de sus aviones, así como por la sobredimensionada capacidad del sector en mercados clave. La aerolínea ha estado perdiendo dinero a pesar del auge de la demanda de viajes, lo que plantea dudas sobre su capacidad para gestionar la deuda que vence en 2025 y 2026. Spirit es una de las aerolíneas más afectadas por los problemas que registraron los motores Pratt & Whitney Geared Turbofan (GTF) de RTX. En consecuencia, unos 40 aviones se quedarán en tierra este año. En 2025, se prevé que la situación empeore, ya que la aerolínea estima que tendrá unas 70 máquinas fuera de servicio. Esta situación no sólo está perjudicando sus planes de crecimiento, sino también dejando a la aerolínea con exceso de personal y elevando los costes operativos. “El impacto en nuestro negocio asociado a estos problemas con los motores Pratt & Whitney no puede subestimarse”, dijo el director financiero de Spirit, Scott Haralson. Spirit anunció planes para despedir hasta 260 pilotos en septiembre y aplicar más medidas para recortar sus costes en US$ 100 millones este año. A esto se suma que Spirit acordó con Airbus aplazar todas las entregas de aviones previstas desde el segundo trimestre de 2025 hasta 2026.
