La aerolínea australiana de bajo coste Bonza, que inició operaciones en enero del año pasado, nombró formalmente a un administrador externo después de anunciar la suspensión temporal de sus vuelos debido a problemas de «viabilidad», provocando que miles de pasajeros quedaran varados en varios puntos del país.
El grupo contable Hall Chadwick se encargará de la gestión de Bonza, cuyos aviones arrendados (cinco B737) permanecen en tierra debido al embargo de la flota, para evaluar las opciones que tiene la empresa y sus acreedores, según informó hoy el diario financiero Australian Financial Review.
Tras conocerse el anuncio de Bonza, el Gobierno australiano creó una línea de apoyo para los pasajeros varados y le pidió ayuda a las aerolíneas Qantas y Virgin para transportarlos a sus destinos.
Previamente, Australian Financial Review había informado que los aviones registrados a nombre de Bonza, que opera a través de un sistema de arrendamiento de su flota a largo plazo, fueron embargados.
El 49% de la flota de aviones pertenecía a 777 Partners, con sede en EE.UU. y que nombró a la consultora Korda Mentha para evaluar sus opciones, y el 51% a la dirección del grupo irlandés AIP Capital, que ha transferido sus aviones a Phoenix Aviation Capital, según el diario australiano.
