Cómo generarse un problema donde no lo había. Así podría resumirse el turbulento regreso a los cielos de Mexicana de Aviación. El grupo GAFSACOMM creado en junio de 2022 por la Secretaría de Defensa Nacional que administra una docena de aeropuertos, centros de distribución de combustible, hoteles, parques, y Mexicana de Aviación, solicitó una partida presupuestaria de 20.871 millones de pesos (1.200 millones de dólares) para la adquisición de aviones, equipo de apoyo en tierra y herramientas necesarias para la operación de la aerolínea que relanzó sus vuelos en diciembre pasado.
“Con el proyecto de inversión se prevé promover, explotar y prestar el servicio público de transporte aéreo regular nacional e internacional de pasajeros, carga, correo o una combinación de éstos; asimismo, se promoverá la explotación y prestación del servicio público de transporte aéreo no regular nacional e internacional. El proyecto consiste en la adquisición de aeronaves, así como el equipo de apoyo en tierra y herramientas necesarias para su operación”, precisa el documento.
Respecto a la flota, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que están en gestiones con Embraer para adquirir 10 aviones con entregas a partir de mayo de 2025.
Un proyecto que cuenta con una evidente falta de planeación, carencia de coordinación y mucha improvisación; principalmente de cara a un año electoral. ¿Tiene sentido comprometer esa inversión ante un posible cambio de Gobierno?
