La semana pasada, Aviación News se hizo eco de la preocupación de autoridades y vecinos de Reconquista, en el norte de Santa Fe, frente a la sospecha de que Aerolíneas Argentinas los deje sin vuelos.
De tres frecuencias semanales que la compañía ofrecía en la ruta Reconquista-Rosario-Buenos Aires, bajó a uno, los viernes, durante enero y febrero. Pero lo más preocupante para los locales es que dicho vuelo no figura en la programación de la empresa a partir de marzo.
Esta semana se conocieron los números del vuelo, lo que lleva a suponer los motivos de la cancelación de la ruta. Los dos vuelos semanales durante todo el 2023 transportaron 2718 pasajeros (o sea 1359 one way). Es decir, menos de 100 por mes o 25 por semana cuando un Embraer 190 de Aerolínea está configurado con 96 asientos. ¿Cómo hacer rentable la ruta?
Este vuelo, acordado por Pablo Ceriani y las autoridades de la provincia y/o el municipio, es un claro ejemplo de los vuelos dispuestos por razones políticas y no comerciales que hacen al déficit de la compañía estatal. Quebranto que termina por reflejarse en los subsidios.
Es importante aclarar que las rutas no son “no rentables” en sí, sino por estar mal atendidas. El ejemplo de Reconquista, que se repite en muchas otras ciudades del interior, podría ser rentables con un avión y una programación adecuada. Algo que no existe en el país y que en escasas oportunidades las autoridades aeronáuticas se han ocupado de promover y fomentar.
