No es novedad entre las provincias – y Santiago no tienen por qué ser una excepción- que los mandatarios provinciales utilicen, por lo general, los aviones sanitarios provinciales también para sus traslados oficiales (y muchas veces, ni siquiera oficiales).
La compra de un Boeing 737 luego adaptados como Fireliner ya no es un caso cualquiera. Aunque no se dieron a conocer datos, las estimaciones de los especialistas giran entre los 15 y los 20 millones de dólares
El avión, precedente de Canadá, fue recibido oficialmente en Santiago del Estero, que lo adquirió “para combatir incendios forestales”. En buena hora, aun la provincia no es de las que más los padece en la Argentina. Según datos ofíciale la provincia ocupa el lugar 11 entre los estados argentinos que más incendios forestales padece al año.
La aeronave cuenta con dos tanques internos con capacidad de 15.000 litros cada uno, que pueden ser descargados rápidamente. La máquina fue modificada por la compañía Coulson Aviation, y cuenta, además, con capacidad de 66 asientos para el transporte de brigadistas – u otros pasajeros – y también puede transformarse a una configuración sanitaria de traslado de pacientes. Se estima que en los próximos sesenta días iniciará operaciones oficialmente, tras la recepción de todos los sistemas de apoyo para la tarea, además de la instrucción de los especialistas.
La compra la había iniciado el gobernador Gerardo Zamora hace un año y medio. El avión viene acompañado de otra aeronave, más chica, el Airtractor 802, que también cuenta con un tanque de agua para siniestros de menor magnitud.
Esto incluye además bombas, equipamiento, herramientas y capacitación del personal para desempeñarse en diferentes contingencias.
La misión de este avión es dirigir al más grande hacia los focos de fuego.
¡Si el B737 Fireliner es solo para combatir el fuego, bienvenido!!!
