Papelón del Ministerio de Infraestructura y de algunos medios con un comunicado de prensa sobre la aviación comercial y los Cielos Abiertos…

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“El Gobierno anunció esta semana – primera de enero – que distintas aerolíneas sumaron nuevas rutas aéreas como resultado de la implementación de una política de “cielos abiertos”, plasmada tanto en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), firmado por el presidente Javier Milei, como en el proyecto de Ley Ómnibus.

Y para justificar semejante disparate, recurrieron a supuestamente cinco novedades de los últimos días que nada tienen que ver con los “cielos abiertos”, ya que son anteriores al cambio de autoridades y que no implican ningún cambio, novedad o innovación en el sector, respecto a lo que ya existía, no solo durante el gobierno anterior sino desde mucho antes. Nada nuevo sucedió que tenga que ver con los “cielos abiertos” o que ya no estaban en curso.

Para “justificar” la supuesta transformación del mercado “producto de la política de Cielos Abiertos”, la oficina de Prensa del Ministerio recurrió al comunicado de prensa forzando cinco acciones independientes entre sí, que algunos medios publicaron sin analizar el contenido y, mucho menos, sus fechas de implementación y anuncio:

  • Flybondi y sus vuelos a Mar del Plata. ¿Qué cambio? Nada. La compañía low cost anunció en los primeros días de noviembre la inauguración de los vuelos entre Buenos Aires y Mar del Plata a partir de 1º de enero, y hasta el final de la temporada. ¿Qué impedía antes que una línea aérea regular, que opera desde hace años legalmente en el país con matricula LV en sus aviones, solicitara una ruta de cabotaje y que, sin más trámite, se le fuera otorgada? Nada.

 

Para peor, el anuncio de estos vuelos – y obviamente el inicio de la comercialización de los espacios (nadie arranca con los vuelos vacíos) – fue dos meses antes, es decir, cuando aún no se había producido el cambio de autoridades.

 

  • El flamante vuelo de JetSmart Airlines desde la ciudad chilena de Concepción, en el sur de Chile, a Buenos Aires. Nada distinto. Nada que no se podía hacer. Con el agravante de que el anuncio de la compañía chilena (propietaria, además, de una subsidiaria en la Argentina) fue el 11 de diciembre, para vuelos que recién tienen previsto iniciarse el 20 de marzo. JetSmart Airlines-Chile ya opera vuelos desde Santiago a, por ejemplo, Buenos Aires y Mendoza.

 

  • El otro supuesto “ejemplo” son los vuelos de la aerolínea paraguaya Paranair para unir, a partir del 6 de marzo, Asunción con Córdoba. Simplemente una compañía extranjera que propone operar con una ciudad argentina, sin pasar por Buenos Aires. Como los vuelos de COPA, por ejemplo, entre Panamá y Rosario, Córdoba y Mendoza, y obviamente Buenos Aires. O de Latam, Sky, Iberia, American, etc.

En este caso, como en el de JetSmart, se trata de acuerdos bilaterales entre países – la mayoría tiene 7 u 8 puntos de entrada – que ya están acordados –  por lo que lo único que tienen que hacer las compañías y los países es notificar su interés.

 

  • El de Gol, volando desde Bogotá a Buenos Aires, es un caso especial ya que se trata de un vuelo de quinta libertad, pero nada que no se podía hacer. Desde el 24 de julio (el anuncio fue el también el 11 de diciembre 2023), la brasileña GOL, que hace rato dejó de ser una low cost, pidió autorización para hacer un vuelo que une dos ciudades extranjeras, como Bogotá y Buenos Aires y viceversa. Las operaciones sería San Pablo-Bogotá como aerolínea brasileña, para desde la capital colombiana volar hacía Buenos Aires (la mayoría de los pasajeros serian colombianos o argentinos) para volar finalmente desde la capital argentina a San Pablo. GOL ingresaría a competir en esta ruta aprovechando el convenio bilateral entre Colombia y Brasil, que permite realizar vuelos de quinta libertad, evitando así el limitado acuerdo bilateral entre Argentina y Colombia con frecuencias ocupadas por Avianca y Aerolíneas Argentinas. Posiblemente lo más novedoso.

Que el gobierno haya decidido abrazar los beneficios que ofrece, sobre todo para el pasajero, una política de Cielos Abiertos, a la que Aviación News adhirió y adhiere, no solo no es criticable, sino, por el contrario, plausible. Lo que no es sano es atribuirse aciertos – al mejor estilo del kirchnerismo – de políticas que ni siquiera se han instrumentado y que ni siquiera están relacionadas. Un comunicado como el del jueves lo único que hace es demostrar la ignorancia del Ministerio de Infraestructura sobre el sector aéreo.  ¿No sería hora de designar al titular de la ANAC y al subsecretario de Aviación Comercial?