La dirección de Aerolíneas aseguró que terminará 2023 con ganancias y sin recibir fondos públicos. Sin embargo, sus directores aseguran que “Sin subsidios la empresa no sobrevive” ¿En qué quedamos?”

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Aerolíneas Argentinas distribuyó esta semana un comunicado en el que afirma que la compañía “proyecta cerrar su balance 2023 con ganancias por 32 millones de dólares y habiendo ejecutado el 0% del presupuesto asignado. Así, la empresa alcanza el equilibrio financiero por primera vez desde 2008, cuando el Estado Nacional recuperó el control de la línea área”

Más que desde el 2008, sería la segunda vez en la historia de Aerolíneas que tiene superávit. Claro que la vez anterior, durante la época que a la compañía la administraba la SEPI de España, para lograr seméjate objetivo hicieron figurar la venta por parte de Aerolíneas de Austral, que era parte del Grupo, a la SEPI por un valor absurdo. Es decir, que mediante este dibujo el Gobierno español pasó de tener una empresa con dos aerolíneas operativas a directamente dos aerolíneas. Es decir, la SEPI compró su propia empresa.

“La compañía – sigue el comunicado – ha venido reduciendo significativamente su déficit desde que en 2019 alcanzara los 667 millones de dólares: durante 2020 y 2021, los dos años de pandemia, se situó en 654 y 439 millones respectivamente, mientras que en 2022 se redujo a 246 millones”.

“En agosto de 2023, se presentó un balance semestral con un déficit de 48 millones de dólares, lo que significó una reducción del 61% comparado con el mismo período de 2022 y, a su vez, una reducción del 80% respecto al mismo período de 2019. Tanto en este caso como en los anteriores, los ejercicios contables fueron auditados por la Auditoria General de la Nación como por la consultora internacional KPMG”.

Por lo pronto, y ya en enero, la compañía “en equilibrio” deberá empezar a pagar la primera cuota (son 36 en total y con una tasa del 3% en dólares) del préstamo por U$S 100 millones que tomó Ceriani a través de un fideicomiso administrado por el BICE. Bono que adquirió en un 50% la camporista Fernanda Raverta mediante el Fondo de Garantía Sustentable de la Anses. Es decir, con la plata de los jubilados.

Ahora, como lo publicó Aviación News, la empresa – con otros protagonistas – volvió a recurrir a la contabilidad creativa para obtener balances en negro en este caso de la mano de los “ajustes por inflación” y el prestamos

Obviamente, como todo buen comunicado de prensa, no faltan las palabras del presidente de la compañía, Pablo Ceriani, asegurando que “Aerolíneas demostró, en muy poco tiempo, que, con un Plan de Negocios serio y responsable, la sustentabilidad es posible. Y lo hicimos sin usar el presupuesto asignado por el Estado, con récord de pasajeros, más aviones, más destinos, más rutas y agregando valor a todo el sector turístico”, explicó Pablo Ceriani, presidente de Aerolíneas Argentinas.

Sin embargo, el dato más relevante sobre el estado actual de la compañía no viene por los comunicados sino lo que dicen en la intimidad los mismos directores, cuando supuestamente “nadie los ve”. La semana pasada la directora económico financiera de la compañía, la camporista Valeria Campolongo, fue captada en un video, que algún empleado infiel logró subrepticiamente, cuando adoctrinaba a parte de su tropa en las oficinas de la empresa en Aeroparque, sobre su futuro: “repítanlo…sin subsidios la empresa no sobrevive”, se sinceró enfáticamente la protegida de Mariano Recalde.

Vídeo que obtuvo el periodista Pancho Olivera y que presentó en La Nación Más. (desde minuto 12)

Algo similar a lo que opinan los gremios, que conocen como nadie la empresa y sus números. Solo que, en este caso, quien lo dice a los gritos es nada menos que la responsable de las finanzas de la compañía.

Entonces en qué quedamos: ¿es rentable o sin subsidios no sobrevive?