Hay pocas cosas tan perecederas como un asiento de avión. Un producto que no se puede estoquear ni siquiera guardar en el freezer. Su vencimiento “fue ahora”. Tan perecedero que ni siquiera es comparable con un diario. En este caso, por lo menos, si no lo vendí en el momento que debía venderlo, al verdulero le puede servir para envolver los huevos.
El conflicto, que nada tiene que ver con las aerolíneas, comenzó ya hace un tiempo, pero el Ministerio de Trabajo, que encabeza Kelly Olmos, pareciera o no tener apuro por resolverlo o es incapaz de hacerlo. Es más, en el conflicto que afectó entre lunes y martes a unos 12 mil pasajeros y provocó la cancelación de más de 60 vuelos, el ministerio decretó la conciliación obligatoria el lunes a la tarde y la Asociación de Personal Aeronáutico – responsable principal del conflicto – simplemente no lo acató. ¿Será por qué la afectada no es Aerolíneas Argentinas sino JetSmart, Latam y otras? ¿Qué hará ahora Trabajo ante la rebeldía de Edgardo Llanos, titular de APA y dirigente kirchnerista?
Tampoco el conflicto tiene su origen en un reclamo salarial o algún otro punto convencional, sino que es la pelea de un gremio por el encuadramiento laboral de los empleados de la empresa tercerizada Swissport que brinda servicios de check in para compañías como Latam, solo en Aeroparque y el interior, y a empresas como Air Europa, COPA, etc.. Una pelea entre gremios para sumar más afiliados.
El reclamo de APA es para que los empleados de esa compañía dejen el gremio al que pertenecen, Unión de Personal de Aeronavegación de Entes Privados (UPADEP), y se sumen a la APA que encabeza Llanos desde hace casi 20 años.
La herramienta que utiliza este dirigente para sostener su reclamo y presionar es la realización de asambleas en horarios de trabajo de Intercargo, la empresa estatal, monopólica (Aerolíneas Argentinas y American Airlines exceptuadas) a la que están obligados a contratar por el servicio de handling el resto de las empresas, nacionales e internacionales, en la Argentina.
La pregunta que quedó flotando en las aerolíneas afectadas es quién se hace cargo del costo. Las empresas entienden que el mismo le corresponde a Intercargo por no brindar el servicio contratado y, por ende, afectar la operación. La empresa dirá que es un problema gremial intentando desvincularse de lo que haga su personal.
En el sector, en definitiva, nadie está seguro que alguien vaya a pagar algo como no sean las aerolíneas y los pasajeros. Después de todo, si al que le toca pagar es a la estatal Intercargo ¿adiviné quien al final va a terminar pagando? Sí, acertó…
Gremios retrógrados e ideologizados. Actúan así porque nunca se hacen cargo de los daños que producen.