La Justicia determinó que la low cost mexicana que permanecía en convocatoria de acreedores, y sin volar, desde hace dos años y cuatro meses, se vaya a la quiebra. Curiosamente y lejos de presentar un panorama desesperanzador, Alejandro del Valle de la Vega, presidente del Consejo de Administración de Interjet, aseguró que a partir de mayo la compañía comenzará a saldar sus deudas, con la idea de poder retomar los vuelos a fines de 2023. La declaración de quiebra suponer la inmediata ocupación física de Interjet, así como la enajenación de bienes y derechos a excepción de los inalienables, inembargables, e imprescriptibles, para pagar a los acreedores de la aerolínea. También se ordenó a las personas que tengan en posesión bienes de la empresa, hacer entrega de estos mismos al sindicato, prohibiendo a los deudores de la aerolínea hacer pagos o entregas sin previa autorización del sindicato. La nómina de deudores incluye el Servicio de Administración Tributaria (SAT), arrendadores de aeronaves, trabajadores, proveedores varios, y pasajeros afectados por la suspensión de operaciones.
