La consultora Focus Market elaboró un informe a los efectos de evaluar la suba de los precios de los vuelos domésticos, el nivel de actividad del turismo receptivo y emisivo. En definitiva, los vuelos internacionales cayeron un 50% frente a 2019 previo a la Pandemia y los de cabotaje han sido un 34% menos. Respecto del turismo emisivo (turistas residentes que partieron del aeropuerto internacional Ezeiza y de Aeroparque Jorge Newbery) y receptivo (turistas no residentes arribados al Aeropuerto internacional de Ezeiza y de Aeroparque Jorge Newbery) si comparamos el 2019 con respecto al 2022, el turismo emisivo cayó en el acumulado de enero a noviembre en un 41,6%. En el caso del turismo receptivo la caída fue en un 45,7%. Estos números nos muestran que el sector esta fuertemente desequilibrado con una balanza comercial turística negativa en relación del 2019. “La inflación es sin lugar a duda una de las problemáticas económicas que más afecta a los turistas residentes y no residentes. En el 2019 un pasaje para EE. UU. costaba US$ 530, mientras que el mismo boleto aéreo tiene un valor de US$ 570 (se tomó en cuenta un dólar para el 2019 de $ 60 y $ 375 para el 2022) mostrando así un aumento en dólares de 7,5% en 4 años. Es decir, los pasajes de vuelos internacionales han aumentado en dólares”, explica Focus Market. “Para el caso de los vuelos nacionales se observamos que, un vuelo de cabotaje hacia Bariloche tenía un precio de $ 1.500 en el 2019, mientras que para el 2022 este mismo boleto tenía un costo de $ 13.700 y si vemos un vuelo hacia Mendoza notaremos que este paso de $ 1.300 en el 2019 a $12.200 en el 2022; mostrando así aumentos en pesos de 813% y 838% respectivamente. Para ambos casos se tomaron los precios piso promedio de los vuelos más económicos para los recorridos seleccionados”, prosigue el texto. “La sobrecarga tributaria que tiene un boleto aéreo en nuestro país genera un encarecimiento de un 112%. Según el índice Amadeus 2022 de competitividad de la Asociación Latinoamericana de transporte Área (ALTA) detalló la carga de impuestos de un boleto aéreo internacional en Argentina comparado con países como Perú con un 18%, Bolivia 14%, Ecuador 12%, Uruguay 7%, Colombia 5% y hasta Chile y Brasil sin carga de impuestos”, concluye el reporte. “Lo que hemos realizado con la sobrecarga impositiva de los tickets aéreo no tiene antecedentes en ningún país de la región ni en el mundo. A su vez, en el presupuesto 2023 se añadió una nueva tasa para financiar a la policía de seguridad aeroportuaria. Es decir, no sólo deterioramos nuestra balanza turística, sino que la política económica tiene como fin no sólo evitar que los argentinos usen los dólares escasos del Banco Central sino que incorporan tasas y nuevos impuestos con afán recaudatorio. Es decir, los dólares escasos están sólo si el turista asume más pago de impuestos en forma récord en la historia de nuestro país sobre un boleto aéreo internacional”, detalló Damián Di Pace director de la Consultora Focus Market.
No leí el informe completo de esta consultora, pero debería haber tenido en cuenta que la inflación de EEUU en estos cuatro años fue muy superior al 7,5%, con lo cual en términos reales no es cierto que los pasajes a ese país sean más caros hoy en día que en 2019. De todas formas deberían haber tomado una muestra mucho más grande que “un pasaje a EEUU” para evaluar cómo variaron los precios de pasajes.
En cuanto a cabotaje, en febrero de 2019 el Dólar estaba más o menos a 39 pesos (tanto el oficial como el blue), hoy está a 198 (el oficial) y a 378 el blue, es decir que mientras el pasaje que el pasaje que tomaron como ejemplo se encareció un 838% el dólar oficial se encareció un 508% y el blue un 969%. Por supuesto no hay nada para celebrar, pero deberían haber mencionado esta cuestión no menor para relativizar un poco las afirmaciones del “estudio”.