El accidente en el aeropuerto de Lima, en el que se vio involucrado un avión de Latam Perú con 102 pasajeros y 6 tripulantes a bordo – por lo que podía haber terminado en una tragedia aún mayor – sigue sin respuesta, salvo por el convencimiento de que allí hubo un compendio de errores humanos, además de negligencia, improvisación y mediocridad profesional.
Como se sabe, el mismo ocurrió cuando a un Airbus A320 en su carrera de despegue se le cruzó en la pista un (en realidad más de uno) camión de bomberos. Producto del encontronazo, fallecieron dos bomberos y otros dos resultaron heridos y el avión comenzó a tomar fuego el que fue combatido por los servicios de emergencia.
Es cierto que la investigación de un accidente aéreo suele llevar mucho tiempo – y que los investigadores no tienen plazos -, pero la diferencia en este caso es que el mismo no se produjo en el aire sino en pleno aeropuerto y a la vista de todos. Podría decirse que fue en vivo y en directo. Otro detalle que seguramente acelerará la investigación, es que inmediatamente se recogieron las cajas negras (Flight Date Recorder y Voice Recorder) y que estas no sufrieron daños. Es particularmente importante, en este caso el CVR, el registro de las conversaciones tanto de quienes estaban en la torre como en la cabina del avión. Todo esto hace presumir que en poco tiempo se sabrá por qué ingresó un camión a la pista, algo que el presidente del directorio de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac), Jorge Salinas, señaló que, si bien se tenía conocimiento del ejercicio que el Cuerpo de Bomberos Aeronáuticos y de Rescate del aeropuerto iba a realizar, nunca se autorizó a que el mismo se ejecutara dentro de la pista de aterrizaje.
También fue llamativo que el Jefe de Bomberos del Aeropuerto, inmediatamente del hecho, intentaba explicarles a los periodistas que las autobombas iban a asistir el aterrizaje de un avión en emergencia, de allí el desconcierto inicial sobre si el avión de Latam aterrizaba o despegaba. En realidad, como quedó demostrado después, nunca hubo tal emergencia por lo que no pasó mucho, para que se empezara a hablar de un “simulacro”, lo que implicaría un colosal grado de improvisación, falta de coordinación y negligencia por parte de las autoridades del aeropuerto Lima Airport Partners, y de los equipos de salvamento que de él dependen.
