Finalmente, este martes se aprobó en Diputados un nuevo impuesto que se suma a los viajes en avión, tanto de cabotaje como internacionales, en la Argentina. La propuesta, incluida a último momento en el proyecto de presupuesto de la diputada camporista Paula Penacc, tiene por objeto financiar a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) mediante una nueva tasa de seguridad que se les cobraría a los pasajeros de vuelos nacionales e internacionales. Sería, inicialmente, de unos 250 pesos por pasajero. Nada descomunal, pero algo que puede incrementarse en cualquier momento y va en contramano de lo que pidió a coro la industria la semana pasada en Buenos Aires durante el Foro de Líderes de Líneas Aéreas de no más impuestos, si lo que se quiere es recuperar la industria aérea y todo lo que trae aparejada.
La propuesta, rechazada por la oposición, se aprobó por un voto (121 a 120), por lo que todas las miradas se posaron en Javier Milei y los Libertarios (no fueron los únicos) que se ausentaron de la votación para, según diputados de Juntos por el Cambio, ir a descansar. Eso llevó a una diputada a bautizar el impuesto como “Ley Milei”
Según la autora del proyecto, la tasa ya existía cuando la Policía Aeroportuaria dependía de la Fuerza Aérea, pero en 2005 cuando se creó la PSA dejó de cobrarse.
Dos años más tarde la tasa pasó a ser percibida por la ANAC, por el servicio de seguridad operacional.
Si bien los 250 pesos actuales no es un valor descomunal, lo que hace es incrementar el valor de un pasaje que, en el caso de internacional, se compone de un 49% de impuestos. Es decir, que la mitad de lo que pagan los argentinos cuando adquieren un pasaje internacional son tasas e impuestos.
¿Cómo se llega a este valor? Según el proyecto, la tasa de seguridad de la aviación será de un monto fijo que determinará el ministerio de Seguridad, cuyo valor no podrá superar el equivalente a 0,25 % del sueldo básico del grado jerárquico de oficial principal del escalafón general del personal de la PSA.
Según los fundamentos, el 96 % del presupuesto total de la PSA corresponde a la masa salarial por lo que le queda muy poco margen para financiar otras tareas como equipamiento y entrenamiento de los efectivos de la fuerza o atender temas fuera de su función específica – ¿por qué deben ser entonces los pasajeros quienes carguen con estos costos? – como investigar y custodiar a “Los Copitos”.
“Esta medida abre una puerta hacia un lugar desconocido. No sabemos qué servicio o qué alcance tendrá. Imaginar que los pasajeros abonen por controles de la PSA en municipios o en allanamientos ordenados por la Justicia sería algo extraño de explicar”, afirmó Felipe Baravalle, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Líneas Aéreas (JURCA).
“Las líneas aéreas ya pagan por servicios de seguridad privada en el aeropuerto. Hoy en día, la PSA por ejemplo, no cubre el escaneo de valijas que es su responsabilidad. Además, encarecemos cada vez más los boletos. En definitiva, es otro impuesto por el que pagaremos más impuestos”.
Lo que quedó claro es que serán las aerolíneas o quienes tengan a su cargo la venta de los pasajes los agentes de percepción del impuesto.
