La semana pasada parecía evidente que, con el gobierno italiano de Mario Draghi en retirada, la venta de ITA Airways entraba en una pausa obligada. Sin embargo, en los últimos días, varios dirigentes de la ultraderecha comenzaron a impulsar la idea de que la empresa permanezca en manos del Estado. “Italia será de los italianos y no de los alemanes o los franceses, como era antes”, se escuchó decir en esa fracción política que, además podría alzarse triunfadora en las próximas elecciones. De hecho, una de quienes formuló la frase fue la candidata de ultraderecha a primera ministra, Giorgia Meloni, del partido Fratelli D’Italia. Por lo pronto y mientras se define su futuro, ITA Airways planteó que necesita el tramo de financiación pendiente por € 400 millones. En realidad, aparentemente la aerolínea no está urgida de ese dinero, pero prefiere no correr el riesgo de quedarse sin financiación. Ahora bien y aunque este sea el panorama, diversas fuentes periodísticas italianas indicaban que es inminente la venta de ITA Airways. De un día para otro, Draghi (renunciado pero aún en funciones hasta que asuma un sucesor) podría firmar la venta de la empresa al consorcio conformado por Lufthansa y MSC Group, que ofrecieron € 800 millones a cambio del 80% de las acciones de la compañía (el 20% restante permanecerá en manos del Estado Italiano). Para algunos analistas, Draghi no tiene el respaldo político ya, para tomar una decisión de esta envergadura. Para otros, en realidad, sería a la inversa: decidir la venta de ITA Airways sería una determinación que le “ahorraría” al gobierno siguiente, una especie de favor.
