En las últimas dos décadas, la tendencia mundial fue hacia las fusiones, como antes ocurrió con otras industrias, de líneas aéreas que se unen para complementarse formando conglomerados de empresas, holdings, etc. en búsqueda de una mayor cobertura territorial y sinergias en los costos. Hacía allí avanzaron las aerolíneas tradicionales, a las que ahora se les sumaron también las low cost.
Siempre se dijo, mirando el panorama en Latinoamérica, que GOL podría ser el socio ideal para Aerolíneas Argentinas en la región. Claro que antes, la empresa argentina debía solucionar dos problemas: su condición de empresa 100% estatal y los 700/800 millones de dólares que pierde anualmente.
GOL se acaba de unir a Avianca sumando a Viva y en parte a la chilena Sky, generando un holding llamado Abra, como antes concretaron LAN y TAM, que ahora están además de en Brasil y Chile, en Perú, Ecuador y Colombia como LATAM Airlines. Para tener una idea de magnitudes, digamos que el conglomerado que acaba de nacer reúne 275 aviones (entre los 142 de GOL, 23 de Viva y 110 de Avianca) por lo que se aproxima a LATAM que lidera el mercado con 335 aviones y un 15,3% de participación en el mercado latino. Para comparar, digamos que Air France tiene 214 aviones e Iberia 148.
Siempre se insistió desde Aviación News que el riesgo a futuro de Aerolíneas Argentinas es terminar por convertirse en una empresa de cabotaje y a lo sumo regional al servicio casi exclusivo de los argentinos, con escaso peso en el receptivo y mucho entre quienes salen a hacer turismo por la región. En muchos casos alimentando el receptivo de destinos como Punta Cana, Cancún, La Habana y hasta Miami.
Hoy Aerolíneas solo tiene 3 destinos internacionales de largo recorrido y partir de junio 4: Miami y Madrid con buena demanda, aunque no se conoce el resultado económico de las rutas, y dos históricamente muy deficitarias: Nueva York y Roma.
