El fabricante aeronáutico europeo compartió el reporte financiero del primer trimestre de este ejercicio con un beneficio de 1.219 millones de euros, triplicando con creces los obtenidos en el mismo periodo del año pasado (362 millones). Los ingresos consolidados de la compañía se incrementaron un 15% con respecto al año anterior, alcanzando los 12.000 millones de euros, gracias a los pedidos de su modelo de la familia A320. “Estos resultados del primer trimestre reflejan un sólido rendimiento en nuestras actividades de aviones comerciales, helicópteros y defensa”, destacó el consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury. No obstante, la compañía avisa de que las previsiones para el conjunto del año se mantienen en un perfil de riesgo que se ha vuelto más “desafiante” debido al “complejo entorno geopolítico y económico”.
No obstante, la compañía mira con optimismo el futuro. “Más allá de 2022, vemos un fuerte crecimiento sostenido de la demanda de aviones comerciales, impulsado por la familia A320. Por tanto, hemos empezado a trabajar con nuestros socios del sector para aumentar la tasa de producción de la familia A320 a 75 aviones al mes en 2025. Este incremento beneficiará a la cadena de valor global de la industria aeroespacial”, ha añadido Faury.
Los pedidos brutos de aviones comerciales a Airbus ascendieron en el primer trimestre del año a 253 (frente a las 39 aeronaves del primer trimestre del año pasado), mientras que los pedidos netos, descontadas las cancelaciones, ascendieron a 83 aviones (frente a un saldo negativo de 61 aviones el año pasado). La cartera total de pedidos a 31 de marzo de 2022 alcanzaba los 7.023 aviones comerciales.
Las entregas del fabricante europeo entre enero y marzo ascendieron a 142 aviones comerciales, frente a los 125 que entregó en el inicio de 2021, y las ventas de esta rama han elevado un 17% su valor en un año.
