Se trata de una serie de vuelos chárter de Hi Fly que realizó con el equipo A340-300 matrícula 9H-SOL.
El primer vuelo, el pasado 2 de noviembre, consistió en una rotación entre Ciudad del Cabo y Wolf’s Fang, nombre dado al aeródromo antártico por una montaña cercana, y, junto a un segundo vuelo, ha servido para llevar diversos equipos para el campamento donde se alojarán un reducido grupo de turistas y varios científicos, así como equipos para apoyar la operación en tierra del avión durante las escalas. Desde entonces ha completado ya ocho rotaciones en la ruta.
La distancia entre ambos es de 4.600 km y el vuelo se completó en algo menos de 5 horas y media en cada sentido, con una escala de algo menos de 3 horas. Como en Wolf’s Fang no hay combustible de aviación, Hi Fly cargó en el A340 suficiente combustible para el vuelo de ida y vuelta y las reservas legales.
El avión, fue entregado originalmente por Airbus a Iberia, que lo operó con la matrícula EC-IIH, bautizado Bárbara de Braganza.
El aeródromo de Wolf’s Fang (WFR en código IATA) fue habilitado por la Unión Soviética en los años ochenta del pasado siglo como pista alternativa al aeródromo de Novolázarevskaya. Se encuentra en la denominada Tierra de la Reina Maud, a 1.130 metros sobre el nivel del mar. La pista mide 1.127 metros de longitud y 60 m de ancho, y el hielo en el que se ha preparado mide al menos 1.400 metros de profundidad.
El aeródromo es propiedad hoy en día del grupo de viajes exclusivos White Desert, que cuenta con el Campamento Wichaway cerca del mismo, y donde se pueden alojar hasta 12 turistas acompañados de 10 miembros de la empresa.
White Desert comenzó a ofrecer viajes a la Antártica desde 2005 con aviones Il-76 que operaban desde Ciudad del Cabo entre los meses de noviembre y febrero, coincidiendo con el verano en ese territorio.
Entre las limitaciones impuesta al vuelo, además de las habituales meteorológicas, está que la tripulación debe obtener contacto visual con la pista al menos 20 nm (37 km) fuera de la misma, y que el avión debe estar configurado para el aterrizaje y estabilizado al menos 10 millas (18,5 km) antes de la toma.