Boeing recopiló un total de 529 pedidos de unidades de B-737MAX, en lo que va del año, toda una vuelta de giro de la historia, si se toma en cuenta que hace 20 meses el avión fue inmovilizado por disposición de las autoridades regulatorias. Si bien la mayoría de las autoridades ya dieron el visto bueno para que el avión retorne a las operaciones, restan algunas otras. Entre las autoridades aeronáuticas que no han rehabilitado al MAX aún está la Administración de Aviación Civil de China, la primera en vetarlo tras los dos accidentes trágicos (el de Etiophian Airlines y Lion Air).
Por otra parte, el fabricante retrasará las entregas de sus B-787 Dreamliners.
El problema fundamental es la falta de acuerdo. La Administración Federal de Aviación (FAA) señaló que los B-787 Dreamliners tienen un problema de calidad en la fabricación que Boeing debía solucionar. Como contrapropuesta, la empresa propuso un cronograma de inspecciones pero que sin embargo la FAA rechazó. A todo esto, Boeing suspendió las entregas de Dreamliner ya en mayo pasado, cuando la dependencia oficial emitió dos directivas sobre el tema. Según, Dave Calhoun, presidente Ejecutivo de Boeing, los Dreamliners “están funcionando maravillosamente bien. Pero la FAA, con razón, quiere saber más sobre los análisis y controles de proceso que implementamos, que son diferentes a los que teníamos anteriormente, para que podamos ser más perfectos. Espero que la revisión de la FAA centrada en Boeing se mida en meses y no más que un año”.
