El 1º de enero de 2020 parece lejos, pero no lo es tanto. En Latam Argentina saben que en unas semanas deberían tomar una decisión, que no quieren ni sus directivos, ni sus empleados, ni sus clientes, ni las agencias de viaje pero que la falta de un acuerdo de la autoridad argentina con sus similares de Chile y eventualmente otros países de la región, puede empujar a la empresa a cancelar sus vuelos a Miami desde Argentina. Una disposición de las autoridades aéreas de Estados Unidos impide que desde el primer día del año que viene ingresen a su territorio aviones comerciales que no dispongan del sistema ADS-B que permite determinar la posición de la aeronave en todo momento. Los B767-300 que utiliza Latam Argentina tienen algo más de 20 años, por lo que no solo no disponen de este sistema sino que tampoco se justifica la inversión (se estima entre uno y dos millones de dólares por avión) que significaría incorporárselos. Por su antigüedad, pero también por la cantidad de horas que vuelan (9 por día). Como se explicó la semana pasada, la solución para que Latam Argentina mantenga esta ruta es a través de la modalidad interchange -alquiler temporal de un avión sin tripulación- refrendada por 50 países en el mundo, 14 en América, que está contemplada por la OACI y el Código Aeronáutico argentino y que habilita a un operador a atender sus rutas con aviones matriculados en otro país. La condición principal es que los tripulantes tengan la nacionalidad del operador, en este caso argentina, y que las autoridades aeronáuticas del país del operador y el que otorga la matricula firmen un acuerdo denominado de doble vigilancia donde se establecen las obligaciones y responsabilidades de cada país sobre las aeronaves y tripulaciones. “El interchange le permitiría a Latam Argentina optimizar la utilización de los aviones del grupo, más nuevos y eficientes -lo que facilitaría el trabajo de los tripulantes de mando y de cabina-, y con los interiores renovados lo que redundaría en más confort para el pasajero”, le dijo Rosario Altgelt, CEO de Latam Argentina, a Aviación News. La firma del acuerdo de doble vigilancia es lo que falta. ¿Y por qué no lo firma la autoridad argentina cuándo, según trascendió, también estaría de acuerdo? ¿Por temor a lo que puedan decir -y hacer- los gremios, en particular el que dirige Pablo Biró? Quizás por eso la semana pasada más de la mitad de los pilotos -luego se sumaron más- de Latam Argentina le enviaron una nota a la conducción de APLA para que los dejen a ellos decidir sobre su futuro. Entre los puntos en discusión está un plan de sustentabilidad que se le presentó en mayo a través de los gremios al personal que incluye, además de la utilización de los B767 vía interchange, la incorporación de tres A320 más nuevos a matricularse como LV (matrícula argentina) que se sumarian a la flota de corta y media distancia.
EL POCAS SEMANAS LATAM ARGENTINA DEBERÁ TOMAR UNA DECISIÓN SOBRE SUS VUELOS A MIAMI
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