“El objetivo final de este proceso es mantener a Etihad en la mejor forma para garantizar su propia sostenibilidad a largo plazo, permitiendo que enfrente los desafíos de una industria de la aviación en constante cambio”, dijo el Tony Douglas, CEO de Etihad. Luego de registrar pérdidas por US$ 3.500 millones, la empresa se plantea un duro ajuste que incluye despidos, y cancelación de pedidos de aeronaves. Ya desde el año pasado, la empresa dejó de volar a Brasil, San Francisco (Estados Unidos) y Edimburgo (Escocia). Etihad encargó 98 aviones a Airbus y 77 a Boeing, lo que supondrá duplicar la flota en los próximos años. “No creemos que doblar el tamaño sea sostenible en este momento, pero tenemos relaciones duraderas con los fabricantes y, en este momento, ese proceso está en revisión”, admitió Douglas. La aerolínea planea, además, modificar la imagen con una “marca innovadora revitalizada, con una red rentable y optimizada”.
ETIHAD SE PLANTEA UN IMPORTANTE AJUSTE PARA VOLVER A OBTENER BENEFICIOS
NOTAS RELACIONADAS