Nadie que vuele o pretenda volar en la Argentina desconoce que existe una tarifa mínima debajo de la cual no se pueden vender pasajes en cabotaje. Mucho menos quienes pretenden volar como low cost. El argumento del Gobierno para mantener la banda inferior es que es una forma de evitar actitudes depredatorias y para proteger a las empresas de micros, por lo menos hasta que éstas acomoden su negocio. No obstante, el Gobierno no actualizó, siguiendo la inflación, los valores en estos dos años haciendo que el efecto de la misma se vaya licuando. Sin embargo, dos semanas atrás Flybondi salió al mercado con una agresiva campaña de ventas para sus primeros viajes con una tarifa un 20% por debajo de la banda negativa. Dijeron haber vendido 10.000 pasajes en unas pocas horas. La intimación de la ANAC demoró un poco, pero finalmente llegó. Flybondi aceptó el planteo y afirmó haber “tomado las medidas necesarias” para no incurrir nuevamente en falta. Sin embargo los precios por debajo de la banda seguían al cierre de Aviación News en la web de la empresa. Lo que nunca se explicó, ni se esforzaron Flybondi ni la ANAC, es qué pasa con los que pagaron por debajo de la banda. La pregunta que se hace la competencia ahora es si se trató de un error -algo poco probable- o de una “avivada” promocional.
