Aerolíneas Argentinas había previsto para marzo iniciar sus operaciones a Ecuador (vuelo triangular a Quito y Guayaquil) pero ahora se habla recién para diciembre. Ecuador es el único país sudamericano al que no vuela la empresa argentina. Es también un destino para los B737-800 que comienzan a sobrarles. El problema es que Argentina y Ecuador tienen un bilateral que le otorga 7 frecuencias semanales para cada país. Las correspondientes a Ecuador las utiliza desde hace años la local LAN Ecuador, la única que entonces le interesó la ruta. Las frecuencias que corresponden a Argentina le fueron “prestadas” hace un par de años a la estatal TAME, que hace poco redujo, por caída de tráfico, su operación a seis vuelos semanales. En síntesis, hoy las 14 frecuencias están en manos ecuatorianas. La solución para que se sume Aerolíneas es ampliar el bilateral -Ecuador querría ir a 14 semanales por país, algo que Argentina no quiere- o retirarle total o parcial las frecuencias que hoy tiene en forma precaria TAME. O que esta las compartiera con Aerolíneas o con LAN, pero todos saben que menos de una frecuencia diaria no es conveniente para nadie. TAME siempre supo que esa ruta estaba en peligro y que su continuidad dependía que Aerolíneas se interesara por el destino. Un dato llamativo es que la ANAC Argentina, que hasta ahora le renovaba el premiso precario a la estatal ecuatoriana una vez por año, ahora lo hace sobre periodos más cortos.
