La Asociación de Transporte Aéreo Internacional publicó un estudio que demuestra que se pueden lograr importantes ahorros de costos, eficiencias operativas, mejoras en la experiencia del pasajero y beneficios en sostenibilidad mediante el uso de tecnología de identificación digital biométrica para gestionar la segregación de pasajeros internacionales y nacionales en aeropuertos donde actualmente se encuentran separados por barreras físicas.
El informe Programa de Integración de Pasajeros Nacionales e Internacionales (DIPIP, por sus siglas en inglés) fue un esfuerzo conjunto con AtkinsRéalis, una empresa de servicios de ingeniería y gestión de proyectos.
“Los requisitos regulatorios y las limitaciones tecnológicas han significado que, en muchos aeropuertos, los flujos de pasajeros de salidas nacionales e internacionales deban estar físicamente separados. Eso ya no es necesario. La identificación digital impulsada por biometría puede lograr la segregación requerida sin necesidad de flujos físicos separados con instalaciones duplicadas, lo cual es ineficiente y costoso. El estudio demuestra que segregar pasajeros mediante identificación digital ofrecerá una mejor experiencia de viaje para los viajeros, reducirá los costos para aeropuertos y aerolíneas, y mantendrá los requisitos de seguridad y control fronterizo. Es un argumento convincente para una modernización muy necesaria”, señaló Nick Careen, Vicepresidente Senior de Operaciones, Seguridad y Protección de IATA.
“La publicación de este informe es clave para comprender cómo los conceptos de identidad digital y uso de la biometría pueden desempeñar un papel importante en la mejora de la experiencia del pasajero y en la generación de importantes ahorros de costos que beneficiarán a todo el sector de la aviación. Tenemos una sólida relación de trabajo con IATA y nos complació colaborar en este estudio, aprovechando nuestra amplia experiencia en la integración de biometría en el recorrido del pasajero”, comentó Gareth Vest, Director del Mercado de Aviación del Reino Unido e Irlanda en AtkinsRéalis.
Principales beneficios
El estudio cuantificó los siguientes beneficios de segregar pasajeros en salida mediante identificación digital habilitada con biometría:
Mejor experiencia del pasajero:
Eliminar las barreras físicas entre los flujos de salida nacionales e internacionales mejorará la satisfacción de los pasajeros, con trayectos más simples y tiempos de procesamiento más cortos. Por ejemplo, los tiempos mínimos de conexión podrían reducirse en casi un 20 % gracias a las eficiencias logradas.
Ahorro de costos:
El uso compartido de instalaciones elimina duplicaciones en infraestructura, servicios públicos y personal, reduciendo los costos de mantenimiento, operación y construcción para aeropuertos, aerolíneas y empresas de asistencia en tierra. Estudios de caso en aeropuertos internacionales importantes identificaron reducciones de hasta un 11 % en los costos de personal del aeropuerto, mientras que una empresa de asistencia en tierra estimó un ahorro anual de 5,3 millones de dólares en otro aeropuerto de primer nivel.
Uso más eficiente de la infraestructura aeroportuaria:
Permitir que los flujos de pasajeros en salida utilicen el mismo espacio físico permite a los aeropuertos atender a más pasajeros dentro de las terminales existentes, optimizando el uso del espacio y los servicios disponibles.
Beneficios de sostenibilidad:
La consolidación reduce el consumo de energía y las emisiones derivadas de la construcción.
Flexibilidad operativa:
Las instalaciones compartidas permiten a aeropuertos, aerolíneas y operadores en tierra gestionar mejor las variaciones en el volumen de pasajeros y desplegar recursos donde sean necesarios. Esto es especialmente importante, dado que los vuelos nacionales e internacionales suelen concentrarse en diferentes momentos del día.
“Los ahorros se acumulan rápidamente. Un aeropuerto mediano que atienda a 10 millones de pasajeros anuales podría ahorrar hasta 80 millones de dólares en gastos de capital futuros, además de obtener considerables ahorros operativos anuales al eliminar instalaciones duplicadas y mejorar la flexibilidad operativa, reduciendo a la vez su huella de carbono anual en 18.000 toneladas, el equivalente a retirar 4.000 autos de circulación durante un año. El argumento para el cambio es claro: gestionar pasajeros en salida con identificación digital en lugar de barreras físicas ofrece eficiencia, reducción de emisiones y una experiencia más fluida para los viajeros”, señaló Careen.
Consideraciones regulatorias para la implementación
La implementación del DIPIP puede comenzar dentro de los marcos regulatorios existentes. Las fases iniciales, como el uso compartido de áreas de terminal y la verificación de identidad biométrica, pueden llevarse a cabo sin cambios regulatorios importantes, siempre que se mantenga una estrecha coordinación entre aeropuertos, aerolíneas y autoridades fronterizas.
El programa DIPIP define tres etapas de implementación —Base, Integrada y Final— que ofrecen una hoja de ruta práctica para su adopción. La etapa Final visualiza un proceso completamente digital, donde los viajeros completan la verificación de identidad y los controles de viaje de forma remota, creando una experiencia de viaje continua y segura desde el hogar hasta la puerta de embarque.
“La colaboración es esencial para desbloquear los beneficios de los flujos de pasajeros integrados. Aeropuertos, aerolíneas y gobiernos tienen cada uno un papel que desempeñar. Trabajando juntos dentro de los marcos existentes y modernizándolos progresivamente, podemos ofrecer un viaje fluido, seguro y eficiente para los pasajeros, manteniendo los más altos estándares de seguridad y cumplimiento”, concluyó Careen.
