Estados Unidos se perfila como uno de los líderes mundiales en la producción y uso de combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), posicionándolo no solo como un aliado ambiental, sino también como un actor clave en un negocio emergente. Así lo afirmó Jane Hupe, directora del Programa de Medio Ambiente de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), durante su participación en el panel “La OACI ante los retos de la aviación global: sustentabilidad, nuevas tecnologías, incertidumbre económica”.
Hupe destacó que el SAF ya es utilizado de manera habitual por la aviación militar estadounidense, lo que demuestra tanto su viabilidad operativa como el compromiso del país con este energético, incluso en contextos políticos complejos como su pasada retirada del Acuerdo de París. “EE.UU. quiere seguir apostando por el SAF”, señaló la experta.
En el camino hacia la descarbonización del sector aéreo, el SAF se presenta como una herramienta clave que podría ser adoptada globalmente. A medida que crece su demanda, también crecen las oportunidades para nuevos productores —y aquí es donde América Latina puede jugar un papel fundamental.
“Este combustible puede elaborarse a partir de aceite usado, residuos, restos de cosechas o basura”, explicó Hupe. “Eso abre una gran ventana para países de nuestra región, con abundante materia prima disponible”. La producción local de SAF no solo permitiría avanzar en sostenibilidad, sino también generar valor económico e industrial.
En contraste, Europa ha impulsado con fuerza el desarrollo del SAF, aunque actualmente enfoca parte de su atención en otras alternativas como el hidrógeno. No obstante, Hupe advirtió que acceder al hidrógeno no es tan simple como obtener litio u otras materias primas clave, lo que refuerza la relevancia del SAF como solución viable a corto y mediano plazo.
Durante el mismo panel, Christopher Barks, director regional para Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de la OACI, remarcó la importancia de que cada Estado defina su propia hoja de ruta para incorporar tecnologías sostenibles en la aviación. “En esta región, 15 de los 22 Estados ya han publicado su plan de acción. De esos, 9 están completos y 6 aún requieren ajustes. Los 7 restantes —todos del Caribe— están en proceso de desarrollo con nuestro apoyo”, precisó.
Barks también informó que ya se han realizado dos estudios de factibilidad sobre SAF en la región y se espera iniciar un tercero en el corto plazo.
El panel fue moderado por el Ing. Roberto Kobeh, ex presidente del Consejo de la OACI y actual embajador vitalicio de buena voluntad, quien subrayó la necesidad de colaboración entre regiones para que el impulso hacia un cielo más limpio se convierta en una realidad global.