Representantes de 80 países participaron en la primera Cumbre Mundial de Carga Aérea de la OACI, celebrada en Antalya, Turquía. El evento, que tuvo lugar durante tres días, reunió a más de 600 participantes y fue organizado por la Dirección General de Aviación Civil de Turquía, con el patrocinio principal de MNG Airlines. “La Cumbre funcionó como un espacio para promover la colaboración entre los diferentes actores de la cadena logística aérea, incluidos reguladores, aerolíneas, aeropuertos, transitarios, autoridades aduaneras y organismos internacionales”, detalló la OACI. Durante la sesión inaugural, Juan Carlos Salazar, secretario general de la OACI, señaló: “Aunque sólo la mitad del comercio internacional se mueve por vía aérea en volumen, esto representa más de un tercio del valor total de todas las mercancías enviadas. Las empresas eligen el transporte aéreo cuando necesitan rapidez y fiabilidad para sus productos”.
OACI prevé un crecimiento anual del 3.2% en los volúmenes de carga entre 2024 y 2050, lo que implicará la actualización del marco regulador económico y la eliminación de barreras que limitan las operaciones y el comercio global. Ian Saunders, secretario general de la Organización Mundial de Aduanas, enfatizó la necesidad de una colaboración estrecha entre las autoridades aeronáuticas y aduaneras. “La seguridad, la resistencia y la eficiencia de la carga aérea son, sin duda, esenciales para la economía mundial, y esto seguirá siendo así a medida que aumenten los volúmenes comerciales, las expectativas de los consumidores y las amenazas al sistema”, expresó Saunders. Las sesiones incluyeron discusiones sobre temas como liberalización del acceso a los mercados, integración del comercio electrónico, desarrollo de infraestructura, automatización, seguridad de mercancías peligrosas y sostenibilidad. A ellos se sumaron la digitalización, la eficiencia y la seguridad en la cadena de suministro, la armonización de marcos normativos para facilitar los procedimientos de seguridad y aduanas, así como la urgencia de implementar estrategias ambientales que mitiguen el impacto del transporte aéreo. Finalmente, otro punto relevante fue el análisis del potencial de las aeronaves no tripuladas y la movilidad aérea avanzada como soluciones emergentes para la distribución de carga.