Después de sobrellevar durante gran parte de diciembre una etapa de absoluta turbulencia, prácticamente en casi todos los frentes (inclusive en Flybondi Limited en Londres) la primera low cost argentina parece haber entrado en una etapa de relativa calma que muchos atribuyen a que los astros, sin que eso signifique que todos se hayan puesto necesariamente de acuerdo, coincidieran en extender un crédito por lo menos hasta que finalice la temporada alta.
Las negociaciones de la semana pasada entre las autoridades de la empresa y las de Transporte y la ANAC, cuando la sangre parecía haber llegado al rio, al punto de hablarse de “intimaciones”, “sanciones” y “planes correctivos”, parecerían haberse suavizado y dejado temas pendientes para después de marzo. Reunión, por lo que trascendió, donde ambas partes reconocieron ciertas responsabilidades y prometieron determinados ajustes. Lo importante ahora, dejaron trascender, es poder pasar lo mas tranquilo posible la temporada, no solo por una cuestión económica para la empresa, sino también para la política. Que los vuelos de todas las aerolíneas transcurran lo más en paz posible, sin conflictos.
Queda eso sí, para estos días, el problema generado con los empleados de Flydondi, especialmente los de vuelo que, por los equipos propios inoperativos, y la llegada de tripulantes extranjeros mediante la contratación de equipos mediante la modalidad ACMI (wet lease) los llevó a un duro reclamo dado que al tener una parte de sus ingresos móviles (cantidad de horas de vuelo al mes) ven notablemente disminuidos sus salarios respecto a lo habitual, pero, especialmente, frente a los contratados.
También en Londres, sede de Flybondi Limited SAU, donde convergen los accionistas de la empresa argentina, arrancando por Cartesian Capital Group, las cosas parecen haberse acomodado. Dicen que los principales accionistas también habrían decidido acomodar las cosas y esperar al fin de la temporada.